Para empezar, este chiquitín es LINDÍSIMO. No solo por cómo se ve, sino por lo que es. Encantador, cálido, comprensivo y con una historia sorpresivamente íntima y triste si tienes en cuenta que a primera vista parece ser solo otro de esos juegos lindos para desconectar y no pensar en nada, cosa que también puedes hacer. Es una cartita de amor al arte, la pintura, la creatividad y los artistas que ayudan a hacer de este mundo un lugar mejor. Las inseguridades, bloqueos, y desmotivaciones de lo que significa tener el sueño de crear también están retratadas aquí y me siento muy feliz por aquellos que se vieron identificados.

Ahora, eh, creo que no soy el tipo de público al que va dirigido. Tengo la creatividad de una lechuga y no tengo los ánimos de pensar en qué pintar o cómo retratar además de que la pintura y el dibujo como núcleo no es algo que particularmente me interese mucho hacer. Me vi al principio del trayecto siendo un inmaduro y dibujando tonterías hasta que quise enfocarme únicamente en la historia principal puesto que la exploración tampoco me satisfacía, sin mencionar que el plataformeo es un poco frustrante. Ser recompensado con ropa, tipos de pinceles y objetos de decoración es simpático, sí, pero creo que no son mi tipo de incentivo. No si son lo único, al menos.

Como sea, siempre estoy abierto a darle una oportunidad a títulos más personales y expresivos, pero al igual que como me sentí en mi opinión de Kentucky Route Zero, me duele no haber podido formar parte de esto, de ustedes, pero creo que me basta con pensar en todas aquellas personas cuya experiencia fue más que suficiente. No dejen de crear, chicos, y recuerden, la perfección no existe. No se obsesionen.

Reviewed on Nov 23, 2022


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