El control a veces no es todo lo fluido que debería ser, su sistema de progresión de personajes le obliga a meter picos de dificultad demasiado acuciados y una opción de juego cruzado le vendría de perlas. Pero no seré yo quién se queje de este orgasmo de puñetazos pixel que ofrece una experiencia frenética al ritmo de los poderosos bits de Anamanaguchi.

Reviewed on Jan 15, 2021


Comments