En estos meses de ausencia me adentré en los juegos del señor cuyo nombre no me acuerdo y realmente necesitaba estos juegos, necesitaba color en medio del enchastre que está siendo este año.
Todo empezó por la anécdota que conté en mi texto de Noby Noby Boy. Luego de ese caso decidí investigar un poquito para ver que otros juegos hacian y ahi caí, Katamari Damacy, el juego que desde 2005 me lo nombraban como "no entiendo nada boluda es muy japonés este juego LOL xD" y así en cualquier grupo de amigues. Por culpa de esos prejuicios super pelotudos tardé en jugar Katamari Damacy por DOS DÉCADAS. Maldigo los grupos gamers que tuve de chica, esos circulos no sirven de nada.
Bueno a lo que venía, que con este juego lo entendí todo, parecía el destino mismo que quería conducirme hasta acá. Se me hace un poco curioso que este sea la última parada del viaje que me hice con los juegos del creador, iba por los últimos hasta llegar al primero.
Agradezco muchísimo que existan juegos asi; coloridos, inocentes, juguetones, con mucho amor y atención a los niños.
Sería re lindo que acá en Argentina vendan peluches de El Principe y los demás. Estoy re podrida de ver a los sonics, marios y among us que le compran a los chicos y chicas.

Siento que son muchas las razones por las que este juego es algo único dentro del mito de un personaje como Mario y es el conseguir evocar el vacío y existencialismo que causa un ambiente como el Espacio sin olvidar que se trata de una Aventura infantil y sin dejar de lado la vibra alegre y divertida de los variados mundos que conforman una galaxia que resguarda el más vivido lamento de una niña que tuvo crecer forzosamente para afrontar un destino lleno de tristeza pero con la bendición de poder ser una madre.