Desesperante, podría mencionar que es eso, y es cierto, con los problemas jugables que carga sumado al hecho de tener que repetir muchas secciones que son un tedio, en pos de, al menos, tener la oportunidad de ver el primer final.

Ahora, esto sería terrible, si no fuera por como transmite esa atmósfera tan pesada cuya historia cargada de tragedia y ciertos elementos turbios que hacen que todo el ambiente del juego se sienta acorde.

Claro, para disfrutar de esta historia, primero, tendrás que sufrir el horror de tener que pasar por extensas sesiones de juego, repitiendo niveles en pos de completar condiciones y que no son cortas, o lo mas infame, conseguir las 65 armas que contiene el juego que son obligatorias para uno de los finales mas importantes para las posteriores obras del autor.

Jugablemente mediocre y exhaustivo, pero si puedes hacerlo, te aseguro que al menos, te llevarás una interesante experiencia contigo.

Añade ciertas mecánicas que apoyan mas a la idea de vencer mediante el posicionamiento y buena capacidad de respuesta, el doble salto del shinobi anterior se remueve para en su lugar reemplazarlo por un perrito que puede ser de mucha ayuda si se sabe utilizar con cabeza.

Los niveles son increiblemente mas cortos que el primer shinobi y otorgan un margen mas elevado por lo cual no hay muchos escenarios en el cual la caida sea un problema, el verdadero problema es el abusivo spam de enemigos y considerando que aquí ya no tienes el power up que te puede salvar de un golpe adicional, junto a enemigos que son un tedio de derrotar como los ninjas saltarines lo cuales requieren precaución ya que tienen un rango muy elevado para su ataque aéreo, se vuelve molesto lidiar con ellos, en especial en la última parte en la cual recibes un spam masivo de estos.

Los jefes siguen siendo igual de básicos incluso sentí que los de esta entrega son bastante más fáciles así que no se siente muy gratificante derrotarlos tras todo el desafío que si otorgan los niveles.