¡Qué pequeña gran joyita!

La existencia de este DLC es, en sí, cuando menos una curiosidad, sino es que casi una especie de milagro. Me explico: Su triunfo radica en tomar las mecánicas del juego principal -disparar, esconderse, arrojar objetos- y ponerlos al servicio de momentos mínimos pero emotivos, divertidos y profundamente humanos.

Lo cierto es que, aunque entiendo la necesidad de conservar las secuencias de batalla y supervivencia (y por más divertido que sea provocar que infectados y saqueadores se maten entre sí), estas partes acaban por estorbar hasta cierto punto, porque los momentos culminantes están en otro lado: la tienda de Halloween, la pelea de pistolas de agua, el maravilloso QTE de la maquinita de peleas, donde se resignifica nuestra interactividad con los botones, se acentúa la relación entre las protagonistas y se minimiza la violencia, pero sin perder la noción de peligro, de pérdida, de decadencia postapocalíptica. Una auténtica rareza para una saga AAA.

Puntos extra por ese final: se necesita toda una maestría narrativa para saber cuándo cortar, que a veces es más significativo y elegante no mostrar algo que hacerlo.

Reviewed on Mar 24, 2023


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