Un juego pequeñito pero encantador. Creo que tiene muchos aciertos; la protagonista arregla cacharros para ganarse la vida, pero no es una transacción en la que se centre el juego, sino que el foco está en el valor sentimental de esos objetos que repara, y en el efecto que tiene en la vida y los conflictos de sus dueños. Es cortito por lo que las historias son muy sencillitas, pero cumplen su propósito. La parte más jugable resulta tan relajante que al acabar dan ganas de buscar un juego donde seguir reparando aparatos retro, con esa perspectiva cenital tipo knolling, y esos colores pastel.

Reviewed on Jul 31, 2022


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