GRAN EXODO, PERO PREFIERO LA ODISEA

Oddworld Abe's Oddysee fue uno de mis juegos de la infancia preferidos. Tenía un diseño único, un apartado visual increíble y mecánicas totalmente sorprendentes para mí en aquella época, como la posesión de enemigos o interactuar con otros personajes dándoles comandos. Nunca supe que hubo una secuela hasta años después, así que decidí probarlo a ver dónde seguían las aventuras del carismático Abe.

Es una secuela totalmente continuista, lo que equivale a que todas las bases del juego previo siguen aquí; solventar puzzles, plataformeo e interactuar con mudokons a los que rescatar. No obstante, se añaden un par de novedades.

Aquí se añaden los mudokons con diferentes estados de ánimo; furiosos, deprimidos, enfermos y ciegos, lo que implica nuevas interacciones que te provocarán bastante humor dentro de la partida; nuevos enemigos como los Critters, nuevos poderes como el anillo de invisibilidad y nuevas criaturas a las que poseer.

Sin embargo, hay algo que considero que pierde en comparación al primer título. Igual es por estar acostumbrado al diseño del juego previo por jugarlo desde la infancia, pero noté una falta de variedad mayor en este juego en cuanto a los escenarios. Si bien es cierto que en este juego hay una parte donde exploramos una selva y una cripta, la gran mayoría del juego se centra en escenarios industriales muy opacos con colores muy grises y apagados. A mi gusto, ninguno de estos escenarios iguala al ambiente de Las Granjas Hostiles del primer título.

Independientemente de eso, es una buena secuela que mantiene todo lo que hizo grande al primero.