[RESEÑA SERIA]

Recuerdo muy bien la primera vez que jugué Dragon Quest VIII en la PS2.

Tras insertar el disco en la consola, me dan la bienvenida los logos de Square Enix (este es el primer Dragon Quest tras la unión de Squaresoft y Enix) y Level 5. Acto seguido, una pequeña intro, donde podemos ver una serie de planos que involucran un paisaje y unos personajes, mientras suena el clásico tema de apertura de Dragon Quest, en gloriosa orquesta sinfónica. Inmediatamente, el logo de Dragon Quest VIII y el menú de inicio de partida, con su clásica tonada (aunque para los europeos, esta sería la primera vez que la escuchamos). Pulso en Crear registro de aventuras, le pongo un nombre al héroe y comienza la aventura.

Unas escenas introductorias nos dan un poco de información de un reino que se haya maldecido por asuntos que veremos en el futuro.

Tras dichas escenas, podemos ver un ratoncillo corriendo por un bosque. Se encuentra con una especie de trol retaco, que lo mira mal, y el ratoncillo se asusta. Eventualmente llega al bolsillo del protagonista, el héroe de esta historia. Seguidamente, un tipo, algo rechonchillo y bajito, pero muy simpático, le habla con el acento más británico que puedes imaginar, y le sugiere que emprendan viaje hacia el pueblo más cercano porque el sol se va a poner pronto.

En este momento pude controlar al protagonista, así como ver los controles del juego. Emprendo marcha y... me atacan unos limos, los enemigos más básicos del juego. Les doy palisote. Salgo del bosque. Y se reproduce una escena, en un atardecer. El grupo entra en el pueblo. Los pueblerinos, extrañados e incluso asustados, ante la presencia del trol retaco.

En este momento, comienza la aventura. Una aventura que me ha marcado desde la primera vez que lo jugué. Una aventura con miles de momentos memorables para mí. Una de las pocas aventuras que soy capaz de contarte de pe a pa. Una aventura que, da igual cuantas veces viva, siempre me va a proporcionar ese calorcillo agradable en el interior como si fuese la primera vez. Una aventura tan redonda que no eres capaz de buscarle fallos, tanto si te gusta el juego, como si no.

Podría contarte miles de momentos históricos del juego, como el incidente de Ascantha, la llegada a Trodain, el descubrimiento del pasado del protagonista. Pero quiero que lo juegues tú y vivas esos momentos en persona.

Dragon Quest VIII es mi obra de ficción favorita. Dragon Quest VIII es un videojuego, el cual me alegro mucho que exista. Muchas gracias, Dragon Quest VIII. Muchas gracias, Yuji Horii. Muchas gracias, Sony. Muchas gracias, Square Enix. Gracias a todos, de verdad.

Reviewed on Nov 03, 2021


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