Sacar créditos en un juego de Yugi es básicamente lo mismo que nada. Sin embargo, disfruté mucho jugar con varios personajes y terminar sus historias, por más ridículas que fuesen, mientras iba armando mis decks con cartas que de hecho conozco y sé jugar y contra las que sé responder. Yugi se me sigue haciendo un juego divertido, pero también admito que no soy bueno en él y creo que ésta es la última cosa con la que quisiera quedarme del juego. Es más que suficiente para satisfacer mis ganas de jugar YGO.