Ahora que el juego está a punto de morir y cambiar a su versión 1.5, creo que es buen momento para dejar de jugar y entender lo que ocurrió.

Un proyecto ambicioso, un equipo capaz de estar a la altura de las ambiciones, pero unos líderes que apuntaban a un objetivo distinto. Overwatch es un juego que bebe de su contexto, sin tener nada en cuenta podrías pensar que es un buen juego, adictivo y entretenido pero que pasa a segundo plano muy rápido si no tienes ningún motivante. En mi caso no tengo a nadie con quien jugar está cosa y para desconectar el cerebro lo he reemplazado con otros juegos, así que mi interés aquí ha muerto, y el separar a la compañía de su producto es sumamente difícil, por que lo abandonado que está el juego es resultado directo de sus polémicas y decisiones.

Ojalá Overwatch 2 me haga regresar, ojalá Blizzard sea un lugar sano para trabajar. Ojalá Bobby Kotik se pudra en la cárcel.