Antes de nada, decir que mi experiencia anterior en los juegos de From Software se reduce a Dark Souls 1 y Dark Souls 2. Bloodborne coge la base jugabilística de estos pero dándole el cambio suficiente como para hacer algo totalmente nuevo. Las hogueras en esta ocasión son lámparas y existe un lugar pacífico como Majula donde subir de nivel y mejorar nuestro personaje, desde el cual además nos transportamos a las distintas localizaciones del juego que desbloqueamos.

Las armas, armaduras y atributos disponibles para mejorar se reducen. Al mismo tiempo que no existe una preocupación por el peso y tan solo se mejoran las armas, con la opción de subirse hasta +10. Esto, que en un principio podría parecer negativo, no lo es, lo que ocurre es que se simplifican las posibles builds. Cada arma es totalmente única y cuenta con un set de movimientos y características que la define, pueden utilizarse a una mano o en un modo alternativo con las dos, y además hay más ataques posibles que en los Dark Souls. Todas son viables para pasarse el juego, pudiendo escoger la que más se adapte a nuestro playstyle o utilizar varias e ir cambiando. Las armaduras tienen protecciones similares y lo ideal es irse poniendo la que tenga unas defensas más eficaces para los enemigos a los que nos enfrentamos. El menor número de atributos a mejorar hace que sea más sencillo el poder utilizar una mayor variedad de armas. Además, existen gemas para añadir a nuestras armas y mejorar de muchas formas posibles sus características, y también runas para añadir propiedades muy útiles a nuestro personaje.

Además de las armas para atacar de cerca también las hay de fuego para la mano izquierda que gastan balas, estas sirven también para hacer daño y algunas pueden hacer parry, que en este juego se hace al disparar cuando el enemigo está en la animación de ataque. En un principio se podría pensar que es más fácil que con el escudo al poder hacerse de lejos, pero lo cierto es que hay que ser muy preciso y es más difícil que en los Souls. El juego es mucho más rápido que los otros dos de From y por tanto la forma de combatir cambia bastante, no se pueden tanquear los golpes al no haber armaduras pesadas y tenemos que acostumbrarnos a esquivar o a hacer parrys con el timing adecuado, un pequeño error puede llevarnos a morir al instante por recibir un combo de ataques rápidos. Aun así, se puede llegar a premiar la valentía, ya que se añade una característica muy interesante y divertida gracias a la cual podemos recuperar parte de la vida arrebatada por los enemigos durante un corto lapso de tiempo al atacarles. Algo que puede llegar a salvarnos de un apuro si se nos acaban los viales. También existe una característica llamada bestialidad que podemos potenciar con ciertos objetos y que nos permite hacer más daño al mismo tiempo que recibimos más, de nuevo un añadido divertido.

Todos estos cambios mencionados son un soplo de aire fresco que iguala o supera lo desarrollado anteriormente en los otros juegos de la compañía. Aunque hay una excepción que no he mencionado que me parece un paso atrás. Los viales de sangre (los frascos de estus en este juego) y las balas (necesarias para el parry) son los consumibles básicos para avanzar y no vienen predeterminados por las lámparas, tenemos que farmearlos de enemigos o comprarlos a través de ecos de sangre por lo que si nos atascamos en una zona o boss tendremos que dar media vuelta y dedicar tiempo a obtenerlos, una tarea aburrida y que nos saca un poco de lo que estábamos haciendo. La parte positiva es que nos hace jugar las zonas y jefes con más cautela y además puede acumularse un número muy elevado. No es un cambio que estropee la experiencia de juego pero estaría mejor con otro enfoque.


El juego se ambienta en la época victoriana en una ciudad de estilo gótico pero cuenta con otros muchos escenarios de arquitectura similar, con espacios naturales como bosques o con localizaciones fantásticas. Todos ellos tienen una atmósfera decrépita y sucia muy envolvente y están repletos de detalles que nos hacen quedarnos embobados con algunas vistas. Además de ser estéticamente espectaculares están a la altura del Dark Souls 1 en cuanto a posicionamiento de enemigos, dificultad y diseño de los mismos y el ir haciendo atajos y encontrando hogueras para ir avanzando, y con diferentes caminos para hallar objetos o sitios opcionales. No recuerdo ninguna zona decepcionante.

Los bosses son espectaculares y por lo general son un obstáculo muy exigente: son rápidos, castigan mucho los errores y cuentan con varias fases que van aumentando su dificultad. A algunos se les pueden hacer ataques críticos atontándolos y a otros parrys, pero la dificultad viene a ser la misma independientemente de esto, a cada jefe se le ha de afrontar de una forma distinta dado que son todos muy diferentes entre sí. Aun así diría que disfruté más los jefes de la primera mitad, ya que había menos margen para cometer errores y uno tenía que jugarlos con más precisión. De todas formas quitando a Micolash todos me gustaron a su modo y se sentían como la culminación de su zona, ofreciendo combates épicos en los que parece que nos enfrentamos a algo que nos supera. Visualmente el diseño de todos es increíble y la ost y zonas que acompaña los enfrentamientos está a la altura.

En cuanto al lore del juego es más críptico y extraño que el de los Dark Souls pero provoca sensaciones similares en ciertas cosas. Tanto aquí como en los Souls se siente una atmósfera de desolación y desesperanza en el mundo que exploras, sintiéndote como algo pequeñito en un lugar sin vida que te sobrepasa. En el caso del Bloodborne esto último lo vas sintiendo más a medida que avanzas, pues una gran virtud con la que cuenta este juego es que a partir de cierto punto te vas enterando de que el mundo que exploras y la misión que realizas no son algo tan sencillo como podría parecer. En esto hay una influencia Lovecraftiana muy bien introducida en la que se siente ese miedo a lo desconocido y ese darse cuenta de que el mundo en el que habitas está en buena parte condicionado por los caprichos de unos seres muy por encima de ti a los que no puedes aspirar a comprender. En este aspecto creo que el Bloodborne supera al Dark Souls ya que uno tiene una sensación más fuerte de estarse enfrentando a algo por encima de él y de estarse metiendo donde no debe, hay una extraña ambigüedad en todo que da al juego un aura de terror misteriosa. Esto del sentirse lejos del saber de lo que ocurre se relaciona además con una mecánica llamada lucidez muy interesante. Al igual que en los Souls la forma de entender el lore de lo que te rodea es a través de la poca información que se te proporciona a través de cinemáticas, descripciones de objetos y diálogos con npcs. Teniendo uno que interesarse en atar todos los cabos sueltos y recurriendo a la comunidad del juego y sus teorías, algo siempre muy divertido y enriquecedor. La historia, aun con las comprensibles dudas que deja, se siente interesante y envolvente, uno cree estar llevando a cabo una épica misión inalcanzable.

En lo referente al DLC me parece que está al nivel más alto de calidad. Tiene las mejores peleas contras jefes, zonas y enemigos increíbles, y además sube un peldaño de dificultad con respecto el juego base. También cuenta con un arsenal de armaduras y armas nuevas bastante numerosas entre las que están algunas de las mejores y más divertidas para usar. Toda la parte del lore se complementa perfectamente con el juego y es muy interesante, y la banda sonora es buenísima.

Algo único a destacar con lo que cuenta este juego son las mazmorras cáliz. Estas son algo opcional para hacer y a medida que se avanza en ellas el nivel de exigencia aumenta hasta que llegas a enfrentarte a lo más complicado del juego, superando incluso al DLC. En mi experiencia, lo referente a la exploración de las mismas me resultaba más un mero trámite para llegar a los jefes que un disfrute, ya que son muy repetitivas tanto por los escenarios como por la forma de avanzar, es todo bastante parecido y se hace muy monótono. Sin embargo, tienen el interés de los bosses, donde reside la verdadera gracia y el reto de estas mazmorras, te encuentras enemigos únicos y también a viejos conocidos pero con la dificultad aumentada, llegado cierto punto la dificultad es tan alta que casi parece que uno está haciendo nohit del boss en cuestión, pero el diseño y combates de estos es muy bueno y disfrutable. También existe la opción de hacer mazmorras aleatorias donde cambian los escenarios y bosses, esto tiene gracia ya que te puedes encontrar cosas que en las comunes a todos no hay, propiciando así el intercambio de seeds entre jugadores para compartir estos descubrimientos y generando un buen feedback en la comunidad. En definitiva, las mazmorras cáliz están orientadas a personas que buscan enfrentarse a retos más difíciles y a gente con la curiosidad de explorarlas y hallar todas sus peculiaridades. También es realmente interesante como estas se relacionan con el lore del juego, teniendo de hecho una importancia vital a este respecto.

Reviewed on May 12, 2021


Comments