Bueno, pues esto es un poco revivir Spider-Man 3 (ya sabéis, la de Raimi) pero en versión refinada. Y al igual que Spider-Man 3, me he gozado esto como un cochino. Pero claro. Spider-Man 3 otra vez.

Sea pues de nuevo, no hay uno, si no 3 villanos principales (Kraven, Li, y como no, Venom), y al igual que en la trilogía de Raimi, se apuesta por un espectáculo mucho mayor, por una ambición enorme que tiene una serie de villanos tan potentes que podrían componer su propia historia, una ambición tan grande que ésta acaba derivando por mera necesidad en algo infinitamente más simple que sus entregas anteriores para encajar todo el conjunto. La historia se vuelve a repetir, y Spider-Man 2 tiene demasiadas tramas abiertas como para poder dedicarle el tiempo que se merecería cada una.

Por un lado, tenemos la trama de Kraven el Cazador, quizá uno de los villanos que temáticamente mejor funcionan en esta secuela. Kraven quiere cazar a la presa definitiva, quiere un rival digno que por fin le de el desafío que busca. En este sentido, que Peter consiga el traje negro y con ello toda una serie de habilidades nuevas que muestran esa parte instintiva, animal, agresiva que le hace "mejor" y más poderoso, resuena de sobremanera con un personaje como Kraven, y con el tema principal del juego: el balance.

Jugablemente el juego es infinitamente más agresivo que el anterior, con muchas más combos, accesos rápidos y habilidades de área para poder lidiar con el exponencial crecimiento de la cantidad de enemigos en pantalla. El crecimiento en poder es una de las bases mecánicas de Spider-man 2, y Kraven refuerza como villano la parte jugable del combate. En general, Spider-Man 2 apenas tiene novedades jugables, pero sin embargo el "feel" general de las mecánicas es bastante distinto. En la navegación, el planear y el viaje rápido son añadidos que no cambian sustancialmente la experiencia de juego, y de hecho uno podría argumentar que el viaje rápido desmerece el propio balanceo del juego, pero en mi opinión, esto no es más que otra herramienta para remarcar el énfasis en la velocidad, en el ritmo, que en general tiene Spider-Man 2.

El combate, de la misma forma, tampoco es muy diferente del primero, pero el cómo se siente es bastante distinto. Lo que antaño era un menú de los distintos Gadgets que Spider-Man tenia a su disposición, momento en el cual se paraba el tiempo para seleccionar el juguete ibamos a usar contra nuestros enemigos (algo que personalmente metía a uno en el papel de ese Spider-Man chulesco y juguetón que tanto amamos), contrasta con las únicas 4 herramientas que tendremos en Spider-Man 2 y que solo podremos usar a través de accesos rápidos que no detienen el juego. El juego prioriza la agilidad, la agresividad, el poder, por encima de la medición del primero. Personalmente se ha perdido bastante coherencia "de personaje" en la secuela, pero a su vez, este cambio mecánico resuena con los temas del juego, especialmente con Kraven. Me gustaría que hubiese habido una mayor distinción mecánica entre Miles y Peter, algo que reflejase más la agresividad de Peter con un Miles intentando ser un Spider-Man clásico; que el combate de Miles hubiese sido más cercano al del primero hubiese sido un toque muy bueno a la experiencia. Pero Spider-Man 2 ya tiene de por sí bastantes movidas ocurriendo con todas las habilidades de los dos héroes, cada uno con sus sets de movimientos, particularidades, subidas de niveles y gadgets que mejorar como para hacer de su experiencia una incluso más compleja.

Pasemos a hablar del siguiente villano, Li, donde se comienzan a ver ciertas costuras en la parte narrativa. Miles ganará una preocupante obsesión por Li que hará de resonancia (y de contrapunto) a la impulsividad de Peter con el traje negro. Peter muestra violencia y una imposibilidad de contenerse, y Miles en múltiples ocasiones estará cerca de ceder a sus impulsos por acercarse a Li. Para convertirse en Spider-Man, Miles no solo debe de mostrar habilidad y fuerza bruta, si no que debe tener la responsabilidad de no ceder ante sus emociones y anteponer al resto respecto a sus propios deseos. Tras Miles Morales, Spider-Man 2 nos muestra a un Miles "casi listo" para ser Spider-Man, y ésta es su prueba de fuego para ello. Sin ser novedosa, es idea buena y generalmente bien ejecutada, y personalmente, la trama que más me ha llegado a nivel emocional, pero aquí comienzan a notarse las dificultades que tiene el juego para dedicarle el tiempo necesario a todas las tramas que plantea. El arco es bueno, pero el tiempo empleado en él, las transiciones que hay en la relación entre Miles y Li son bastante bruscas, con apenas desarrollo para que su relación florezca de verdad. La mayoría de escenas entre ellos tienden a ser bombásticas, más centradas en el espectáculo visual que en detenerse a explorar la relación; el juego prioriza tener un ritmo trepidante y no tiene el tiempo suficiente como para profundizar. Cosa que no es sorprendente, es un juego de superheroes y el primer juego tampoco es que se detuviese demasiado; pero las tramas en Spider-Man 2 se sienten apresuradas, como si al juego le faltasen horas para realizar arcos satisfactorios (es de los pocos juegos del que puedo decir que "le faltan horas"). La secuela no puede mantener el nivel narrativo entre su necesidad de un ritmo trepidante y balancear 3 tramas simultaneas (realmente, son bastantes más tramas, como por ejemplo la de Mary Jane y Peter o la de Oscorp, metiendo mil personajes más como Connors o referencias pasajeras que no aportan a la trama como la Gata Negra). Es Spider-Man 3 otra vez: una historia tan grande que se acaba perdiendo en sí misma, siendo algo mucho más plano de lo que podría ser.

Y finalmente tenemos a Venom y el simbionte. Otra vez. Haciendo lo mismo. No malinterpretarme: me gusta el simbionte en las tramas de Spider-Man. El simbionte enfrenta a Peter frontalmente con sus valores: le hace preocuparse más por sí mismos que por los demás, le hace querer un gran poder sin tener ninguna de la responsabilidad. El simbionte es una herramienta de exploración del personaje potencialmente tremenda, y Venom siempre me ha encantado por como Peter se relaciona con él, con ese "se como esto se siente, pero tienes que ser más fuerte que él", resultando las más de las veces en la tragedia de ver que el resto del mundo no tiene la voluntad que tiene Peter. Estas cosas están aquí otra vez. Pero el problema es, de nuevo, que esto es Spider-Man 3 otra vez. No hay tiempo para explorar con la profundidad que se merece al simbionte, y todo se acaba reduciendo a una trama que ya conocemos resuelta con una rapidez excesiva. Peter pasa de tener el traje negro a decir "yo también tengo los dientes largos" en apenas un par de horas. La exploración de como el poder corrompe, del descontrol y de como los valores de Peter se ven comprometidos acaban derivando en un "Spider-Man ahora dice cosas feas y muy agresivas". De la misma forma, Venom acaba siendo poco más que un villano muy iconográfico. La base de lo que le hace interesante está ahí, pero no hay tiempo ni cariño en explorarle como personaje y su relación con Peter. Y es una verdadera lástima, porque la primera entrega tenía una de las mejores historias de Spider-Man que había visto, con una relación entre Peter y Otto impecablemente construida, con un buid-up emocional que climatizaba en uno de los finales más emocionales que recuerdo en un videojuego. Y sin embargo, apenas he sentido nada aquí. He sentido cosas porque amo a estos personajes y he crecido con Spider-Man en mi corazón, pero el juego parece constantemente esperar que el jugador tenga cierto vinculo emocional con los personajes por el mero hecho de su iconicidad, cosa que no pasaba en el juego original. Que Harry Osborn aparezca y conozca su trasfondo de los comics y las peliculas no hace que tenga un vinculo con él en <esta> historia, y si lo mejor que puede hacer el juego para preocuparme por él son dos flashbacks genéricos de amistad en el instituto, pues el asunto no va a lograr convencerme en lo absoluto, y lo que es peor, el agravio compartivo con el primero es evidente. Venom para mi es una ejemplificación de algunos de los mayores pecados de Spider-Man 2. Es un personaje con un potencial enorme que se ve reducido a una sombra de lo que podría ser debido a una ritmo que no permite a su trama desarrollarse, esperando que el vinculo emocional aparezca por lo icónico de sus personajes en lugar de con una buena construcción, y con una historia que ya hemos visto mil veces. Es otro de los grandes problemas de Spider-Man 2, lo absurdamente sobre seguro que va. No hay absolutamente nada en esta trama que no sea predecible. No hay ninguna novedad jugable rompedora. Es una secuela de un juego AAA con todas las letras, se siente como un producto, uno muy redondo, pero un producto. Y Venom, desde luego, es la portada de ese producto.

No puedo evitar pensar que ha habido una "Marvelización" en esta secuela: una apuesta por el ritmo, por el no aburrir nunca, por el meter mil elementos diferentes que hacen que la trama requiera de ser más simple para poder digerirse correctamente, de meter referencias constantes que no aportan demasiado a la trama, confiando en que la mera iconicidad de sus personajes será suficiente para implicarnos emocionalmente. Mentiría si no dijese que Spider-Man 2 me ha decepcionado algo viniendo de la redondez de su primera entrega, pero también estaría mintiendo si dijera que no me lo he pasado de puta madre balanceándome a toda velocidad por Nueva York, dominando un combate increíblemente satisfactorio y lleno de estímulos, de una trama que si bien simple, tiene un ritmo trepidante, con unos valores de producción que en ocasiones roza a lo que podemos ver en un juego de Naughty Dog, con unas secundarias increíblemente más cuidadas que el original y que de hecho, son para mi probablemente la mejor parte del juego, pues en éstas el juego se permite detenerse y explorar ideas tan mundanas para nuestro héroe como buscar a un abuelo que se ha perdido por el parque y tener una conversación con él en un banco. Y es que Spider-Man es un heroe de barrio, una persona humilde, un chaval que "podría ser cualquiera de nosotros", pero que tiene un gran poder, y con ello debe portar una gran responsabilidad.

Tan solo me gustaría que el juego hubiese reducido un poco la parte del poder y aumentado un poco de la responsabilidad.

Reviewed on Nov 29, 2023


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