Este juego te vende una premisa, ser cuqui mientras cometes crimenes de lesa humanidad y la verdad es que te da todo lo que te vende. Si sabes a lo que vas este juego te va a coger como si fuera un perro de caza enganchado a tu pierna y con más hambre que el tamagotchi de un ciego.

Es un juego que mezcla muy bien las dos mecánicas principales, el simulador de gestión de un pueblito cuqui y un roguelite al más puro estilo Binding of Isaac. Ahora bien, como pasa con todas las quimeras de este estilo, se le ven las costuras a kilometros ya que en ninguno de los dos es algo remarcable. La gestión llega a ser excesivamente simple en el momento en el que consigues unos cuantos recursos extra y las batallas, aún consiguiendo ser divertido, se acaba volviendo repetitivo y sencillo porque acabas más chetado que chetadin. Pero aún con todos estos fallitos, te lo vende completamente con lo bien que han ejecutado la dirección de arte con la idea de mezclar lo cuqui con lo satánico, lo Satanicuqui.

Reviewed on Aug 16, 2022


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