Dishonored meets BioShock pero en el espacio y con una buena capa de cyberpunk espolvoreada por encima.

El juego está bien hecho de cojones. La Talos I es de esos escenarios de videojuegos que impresionan por lo bien diseñados que están. Es un immersive sim muy bueno en el sentido de que me creo esta nave como un espacio de verdad, con sus secciones, su tripulación, sus sistemas y toda la pesca, por el que yo me voy desplazando como buenamente puedo. Son niveles que no se sienten niveles de videojuego y aún así son divertidísimos de jugar, lo cual es MUY Dishonored. La ambientación es top, también.

El sistema de combate está muy bien, ofreciéndote muchas posibilidades para afrontar cada encuentro con los mostros estos. No es que innove especialmente en nada, pero es divertido y flexible. Simplemente, una iteración muy bien hecha de algo que ya hemos visto otras veces. No hay nada de malo en ello.

Los dos turboproblemas de este juego que me han dejado un poco plof son dos: la historia y las últimas horas.

Es que sobre todo el último tramo de este juego es un puto coñazo. Es un poco síndrome de Resident Evil esto, pero Resident Evil al menos suele mantenerse mínimamente divertido, aún con el bajón de calidad obvio; aquí es que te bombardean con los enemigos menos interesantes del juego, o te plantan a tropecientos bichos en una misma sala y espera que salgas de ahí ileso. Es un pico de dificultad tontísimo y que, después de 12 horas pegándote con los mismos bichos, no entra muy bien que se diga.

La historia no es que me haya parecido mala, es que me ha parecido súper básica y no muy efectiva en lo que me quieren contar. Quicir, el debate ético-moral sobre si la tecnología de los neuromods está bien o no, sobre el ultracapitalismo de TranStar, sobre los Tifón, sobre la decisión final del juego... Pues es que todo eso está muy bien, pero te lo van lanzando sin ton ni son, sin progresión temática, sin nada. Habla de mucho pero no profundiza en nada.

Tiene otros defectos, pero son menos importantes. Al final, es un muy buen juego que merece la pena jugar, pese a estos patinazos, sobre todo por lo (inmerecidamente, creo) desapercibido que pasó.

Reviewed on May 24, 2022


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