No esperaba que me fuera a gustar tanto un juego que en su inicio me tenía frustrado y apunto de abandonarlo, pero sin embargo, esa es la magia de gods will be watching, cuando te hace clic te atrapa por completo.

Bien se vende a si mismo como una novela gráfica, sin embargo es más bien un juego de puzzles y gestión de recursos, en el cual cada nivel te pone en una situación complicada de la que tienes que intentar salir como puedas.

Es un juego tremendamente duro , que no te lleva de la mano, si no que deja que te estampes una y otra vez, hasta que aprendes a jugar. Y eso para mi fue lo que hizo que me encantara, el hecho en cada nuevo intento pueda fijarme en los detalles y ser capaz de ir deduciendo como funciona cada una de las mecánicas del puzzle, para ponerlo a prueba en el siguiente intento. La repetición te lleva a la perfección y acabas superando cada capítulo con una sensación de satisfacción por haberlo conseguido por ti mismo.

Toda esa experiencia jugable se acompaña de una historia francamente buena, gira sobre un dilema moral muy interesante sobre el que construye a sus personajes. Te atrapa y te hace reflexionar. Aunque echo bastante en falta que tus acciones tengan efecto en la historia. Puedo sacrificar un personaje en una misión por el bien de grupo, y que siga vivo en la siguiente, lo cual convierte a los personajes en herramientas, más que en personas.

Tiene una banda sonora realmente buena, potenciando la tensión de la mayoría de situaciones, además de un píxel art bonito.

Es cierto que no es un juego para todo el mundo, porque se puede hacer muy frustrante ,pero si conecta, es una experiencia genial