Ark: survival evolved es un título al que le tengo bastante cariño, debido a que formó parte de mi adolescencia, y en diferentes etapas de esta. Debido a las horas y horas dedicadas a este título, solo o en compañía mayoritariamente, acabé cogiendo bastante apego por el juego. Y pese a todas sus sombras, que son muchas, creo que es un buen concepto con una ejecución más bien regular.

Como juego de supervivencia cumple muy bien, asentándose con las bases típicas del género, centrado como bien indica su nombre en mantener la supervivencia de tu personaje, su evolución y adaptación al mundo que lo rodea. Si bien esto no lo diferencia de otros títulos de su género, quería recalcar que en este apartado cumple perfectamente. Lo que diferencia a Ark del resto de juegos de supervivencia es la posibilidad de "tamear" a los dinosaurios, convirtiendo esa mecánica en la parte más atractiva del título a mi parecer. Convertir a los enemigos y grandes peligros del juego en tus aliados, de forma que te ayudan a cumplir tus propósitos,es lo que más mola del juego. Cada uno con sus capacidades y diseño diferenciados para darle un toque estratégico y de planificación al juego. Pese a ser el gran atractivo y motivo por lo que me gusta esta obra, no puedo evitar recalcar que no está exenta de fallas esta mecánica.

Como ya he dicho, poder tamear dinosaurios está muy bien, pero el proceso para conseguirlo es el problema. Concretamente que es sumamente aburrido en la mayoría de casos. Cuando llevas ya un tiempo jugando todos se reducen a lo mismo. Lograr alcanzar un punto alto y disparar al enemigo con dardos tranquilizantes, enemigos que, debido a su IA disfuncional no serán capaces de nada más que correr en dirección a ti pese a que jamás te vayan a alcanzar. Se echan mucho de menos más variedad de tameos y una IA funcional.

Porque esa IA es otro de los grandes problemas de este juego, es ridículamente inútil. Llamarlo inteligencia artificial es un insulto a la inteligencia. Los dinosaurios se quedan atascados con cada árbol, cada roca, cada matorral, es ridículo. A veces no atienden a ninguno de los comandos que les das y si lo hacen los cumplen mal. Estos problemas también afectan al funcionamiento del combate, empeorando un combate ya simple de por sí. Lidiar con la IA de este juego es un espectáculo de frustración y desesperación constante.

Otra cosa que me chirría de Ark, es como los voladores rompen por completo la progresión en la exploración de su mundo. En el momento que alcanzas el nivel 20 y desbloqueas una montura de pterodáctilo, puedes acceder a cualquier parte del mapa, aunque no tengas el equipo ni los tameos suficientes para aguantar 5 segundos en tierra. Mola muchísimo más cómo se integra en DLCs posteriores, que sin esos voladores presentes, disfrutas mucho más el proceso de ir avanzando, explorando y descubriendo. Todo ello mientras en este caso si puedes enfrentar lo que encuentres a tu paso. Se siente muchísimo más orgánico y satisfactorio de esa manera.

Empaña la experiencia su horrible rendimiento técnico, con crasheos constantes que cortan cualquier cosa que hagas en tu partida, y te hacen perder progreso. Este problema en el apartado técnico estaba acompañado de una cantidad importante de bugs. Pero es cierto que la gran mayoría eran muy graciosos, y me han dado algunos de los momentos más más recordables jugando a este juego.

Quiero terminar valorando la genial banda sonora de Ark, que no he visto mucha representación de su calidad en internet, pero Gareth Cocker tiene un talento espectacular y esta banda sonora acompaña muy bien al tono del juego y lo dota de una muy buena ambientación.

En conclusión, es un juego con sus más y sus menos, pero sus momentos destacables, sumado a lo bien que funciona este juego en cooperativo, le han hecho un pequeño hueco a este juego en mi vida. No sólo por dichos momentos, si no poderlos haber compartido siempre con alguien.

Reviewed on Nov 05, 2023


Comments