Sin duda alguna la saga de Spyro the dragon ha sido una de las que más marcó mi infancia como jugador. Siendo junto a la trilogía original de crash bandicoot, los primeros juegos a los que tuve acceso. Este primer título de la trilogía original no sería por el que empecé, sino el último de ellos. Sin embargo, no merece menos reconocimiento, siendo una obra genial para jugar a esas edades. Porque algo he de dejar claro, Spyro es un juego para niños. No lo digo como un defecto, pero es algo muy importante a considerar a la hora de verlo con otros ojos.

Dicho esto, el diseño de niveles de spyro me gusta, sabe utilizar muy bien las mecánicas que propone, de forma que los niveles se sienten bastante diferenciados entre sí. Girando alrededor del juego que dan su llamarada, carga y planeo, para adaptar los enemigos y plataformas a ello. No solo a nivel jugable se siente variado, sino también en ambientación. Tanto spyro, los dragones y los diferentes mundos tienen bastante encanto. Aunque por otro lado, tenía potencial para haber desarrollado más la conversaciones que tienes con los dragones que rescatas. Tales como ese, el juego no está exento de algunos fallos. Creo que el diseño de bosses está poco inspirado, y muy por debajo del nivel general del juego. Por otro lado, los niveles basados en volar son tediosos y aburridos. Es el primer plataformas que hacía insomniac, y estos detalles se nota.

Finalmente, el apartado artístico del juego me gusta. Da igual un poco cuál versión juegues, la original o la reignited, ambos con sus fuertes mantienen esa estética colorida de sus mundos. Quiero hacer hincapié en lo inteligente que me parece el uso de spark para mostrar la vida, consiguiendo una interfaz muy limpia e integrándose en el juego.

En definitiva, Spyro the dragon siempre tendrá un lugar en mi corazón. Seguramente si no eres un chavalín, o te trae nostalgia será un juego que no te diga mucho. Pero para su público, es un juego sólido con mucho cariño y personalidad.

Reviewed on Dec 29, 2023


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