El terror gótico tal y como lo conocemos a día de hoy es, en gran medida, una invención de este periodo, y en títulos como Deathsmiles I & II este estilo resulta sensacionalista y melodramático, moviéndose en un marco sobrenatural. Uno que subraya los aspectos más grotescos y macabros, reflejo de un subconsciente convulso y desasosegado.

Después de todo, el jugador se convierte en un personaje minúsculo dentro de un universo fervientemente agresivo, donde cualquier golpe puede resultar letal. La pantalla se muestra repleta de amenazas a evadir y enemigos a los que eliminar, siendo necesario esquivar y disparar al mismo tiempo. Y aun cuando la pronta muerta es una sensación casi constante en cada una de estas entregas, también se manifiesta una necesidad casi compulsiva de volver a intentarlo.

Al fin y al cabo, la primera sensación que suele causar Deathsmiles I & II es cierta intimidación. Si bien, estas dos iteraciones desarrolladas por la gente de CITY CONNECTION y ZERODIV son algo más que un compendio de horrores; es el sino de los Bullet Hell, ese género que no conoce la piedad y que invade la pantalla de miles de balas, hasta el punto de que un solo resquicio puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.

Análisis completo: https://www.ningunaparte.com/analisis-deathsmiles-i-ii/

Reviewed on Aug 04, 2022


Comments