No sé por dónde empezar. Uncharted: Drake's Fortune es, pese a todos los defectos que le veo, una aventurilla al uso de plataformas limitado y acción simplona, que cuanto menos se deja jugar. Uncharted 2, como todas las secuelas triple A, trata de incluir más cosas, y en el camino se convierte en un batiburrillo incoherente de ideas y elementos que puedes encontrar mejor expresados en cualquier otro lado. Esto hace que, para mí, recomendar el juego en base a su mérito lúdico resulte imposible. Las secciones de sigilo apenas permiten variedad y se suelen limitar a seguir el camino trazado de antemano, los puzzles son poco más que un juego de memorización y espera, y las armas se solapan entre sí. La oportunidad de desarrollar estrategias personales de combate, que podrían tener sentido dado el carácter más de arena que tienen esas secuencias, ofrece cierto dinamismo en los modos más difíciles, pero el ridículo modo Brutal te fuerza a situaciones de completo desgaste, donde la única opción aceptable es quedarte en una esquina y rezar porque no te llegue una bala suelta (jugar estos niveles de dificultad sin trucos es imposible).

Todo esto hace que jugar a Uncharted 2 sea más molesto que el estilo simple pero, al menos, directo, del primero, pero si a eso le sumas una narración que sólo puedo calificar como de "culpa blanca a lo Josh Whedon", acabas con un relato reducido a mero espectáculo visual y que, a pesar de todo, no puede evitar esconder la cochambre sobre la que está montado. Por encima de todo, hace relucir la prepotencia detrás de su concepción. Un proyecto que, cuanto más lo intenta, más vacío parece. La próxima vez que alguien me diga que este tipo de juegos son necesarios para un público que no esté acostumbrado a jugar, por lo menos que me lo defienda con un casting más soportable.

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Don't know where to start with this. For all its flaws, Uncharted: Drake's Fortune is a competent adventure game with limited platforming and basic action, and it leans itself to be enjoyed. Uncharted 2, like every triple A sequels, attempts to go bigger, becoming an incoherent hodgepodge of ideas that you can find better expressed elsewhere. This makes recommending the game on its mechanical terms impossible for me. Stealth sections barely allow for expression and are often limited to following the path laid out before you, puzzles are little more than a game of memorization and waiting, and weapons overlap with each other. The opportunity to develop a combat strategy makes sense with the arena-styled sections, and it offers some dynamism in harder difficultires. But the preposterous Brutal setting constantly forces you into a stalemate, where the only acceptable option is standing by a corner and praying that you won't get hit (honestly, playing this mode without cheats is impossible).

All of this makes playing Uncharted 2 more annoying than the first one on mechanical terms alone. But when you compound add with a narrative that I can only describe as "White Guilt Josh Whedon", you end up with a work that's barely anything more substantive than snippets of visual spectacle. For all its glitz, this game can't hide the rot behind its façade, and in a way it makes its authors possessed by an even higher hubris. The next time someone tells me that this kind of games are necessary for non-playing audiences, I'm gonna ask to come up with something better than this unbearable casting.

Reviewed on Mar 30, 2023


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