El último juego de los creadores de Flower y Journey. Con claras inspiraciones en ambos y que extrae de los dos mecánicas jugables y conceptos ambientales, generando una propiedad única y autónoma, pero que se entiende mejor con el contexto de dichos juegos.
Es inevitable fijarse en Journey con la ambientación musical de Austin Wintory acompasando cada brazada submarina y es fácil dejarse llevar por la fluidez encantada de Flower al arrastrar con tu sonar a bancos enteros de peces a lo largo de túneles y simas abisales, llenas de colorido, contrastes y misterio.
Así pues, Abzû no es algo único realmente, tiene su identidad propia, pero realmente no inventa nada nuevo, con lo que se sienta, a mi juicio, en una experiencia algo menor, pero que te hace derretir el botón de captura de pantalla igualmente eh.
Es inevitable fijarse en Journey con la ambientación musical de Austin Wintory acompasando cada brazada submarina y es fácil dejarse llevar por la fluidez encantada de Flower al arrastrar con tu sonar a bancos enteros de peces a lo largo de túneles y simas abisales, llenas de colorido, contrastes y misterio.
Así pues, Abzû no es algo único realmente, tiene su identidad propia, pero realmente no inventa nada nuevo, con lo que se sienta, a mi juicio, en una experiencia algo menor, pero que te hace derretir el botón de captura de pantalla igualmente eh.