Final Fantasy IX ha sido siempre mi Final Fantasy favorito. Puede que sea porque fue el primero que tuve el placer de jugar, pero yo creo que va más allá de la nostalgia y del cariño que le tengo. He vuelto a jugarlo a lo largo de los años para poder revivir esta maravillosa aventura y no hago sino ver cada vez más virtudes y quedarme sorprendidísimo de lo que este juego de la PS1 y del año 2000 es capaz de hacer. Todos los FF de la etapa de Playstation son posiblemente la era dorada de la franquicia, sin desmerecer al, para mí, mejor juego objetivamente hablando FFVI. FFVII cambió la insdustria de los videojuegos, FFVIII intentó cambiar la fórmula para crear algo completamente distinto y especial y FFIX todo lo contrario, quiso volver a las bases y a lo que hizo que Final Fantasy fuera Final Fantasy.
Nos encontramos con una temática medieval pero con tecnología steampunk como en FFIV o VI, pero con la gran diferencia del enfoque y la estética. FFIX es un cuento de hadas, posiblemente el mejor cuento de hadas jamás contado en un videojuego. Al inicio del juego todo rezuma ese aire infantil, divertido y de "todo va a salir bien", pero ni si quiera al acabar el prólogo ya nos dan la primera bofetada de realidad. Este juego no es un cuento, es un dramón como la copa de un pino. Se atreve a tratar temas como las crisis existenciales, el sentido de la vida, el perder tu visión de las cosas, de tus deberes, de lo que tienes que hacer realmente, de si has hecho lo correcto hasta ahora; incluso el tema de la muerte, tanto del miedo a ella como el perder a un ser querido. Todo este juego está constantemente tratando unos temas tan profundos que recomiendo a cualquiera que tenga ese tipo de inquietudes que lo juegue, puesto que conforme avanza el juego, os hará sentir mejor por empatizar con los personajes de una manera extremadamente profunda. Salvo un sólo personaje del grupo, que es el alivio cómico, el resto de personajes tienen un desarrollo y una atención al detalle, que ya le gustaría a muchos cineastas ser capaces de alcanzar. Yitán, Daga, Vivi, Freija, Steiner, Eiko, Amarant... Te encariñarás con todos y cada uno y sentirás sus problemas como los tuyos.
Todo en el juego rezuma cariño y pasión, la banda sonora de Nobuo Uematsu es posiblemente de los mejores trabajos que ha hecho en toda su carrera. Todas y cada una de las piezas de la OST son memorables y se te quedarán en la sesera para siempre. Además, el diseño de los escenarios es absolutamente precioso, no me quiero ni imaginar si la misma gente que hizo FFIX en el 2000 lo hiciese hoy día.
Por otro lado, el sistema de combate es el clásico con la barra de BTC (Batalla en Tiempo Continuo), pero algo más lento que el de otros juegos de la franquicia, sin embargo, en la versión de Steam hay un duplicador de velocidad, por lo que este problema queda zanjado al igual que en FFXII The Zodiac Age. Cada personaje tiene su rol asignado y no se pueden cambiar, cosa que veo bastante acertada, porque da mucha más personalidad al elenco de personajes. Las habilidades se aprenden al estilo Final Fantasy Tactics, al equiparte una pieza de equipamiento, ésta tendrá vinculadas varias habilidades o hechizos que podrás usar mientras la lleves equipada y si quieres aprenderlas para usarlas sin ese equipamiento, deberás luchar un número de veces específico con esa pieza. Es para mí el sistema de habilidades más divertido y el que más incita a conseguir todas las armas y equipamiento.
Por último, la cantidad de misiones secundarias y de contenido es abrumador, y debéis de llevar cuidado a la hora de ir avanzando en el juego, puesto que antes de que te des cuenta, habrás avanzado y te habrás dejado cosas por hacer. Os recomiendo que la primera vez, lo juguéis sin guía y a disfrutar del título, pero que cuando volváis a jugarlo (que sé que lo haréis), lo hagáis con una guía al lado o simplemente explorando todo y hablando con todos antes de seguir avanzando en la trama.
Y por cierto, hay un mod llamado "moguri mod" y otro llamado "alternate fantasy" que hacen que la experiencia sea muchísimo más satisfactoria, dado que mejoran el apartado visual y sonoro del juego, además de la jugabilidad y añaden un personaje reclutable.
Un 10/10.
Nos encontramos con una temática medieval pero con tecnología steampunk como en FFIV o VI, pero con la gran diferencia del enfoque y la estética. FFIX es un cuento de hadas, posiblemente el mejor cuento de hadas jamás contado en un videojuego. Al inicio del juego todo rezuma ese aire infantil, divertido y de "todo va a salir bien", pero ni si quiera al acabar el prólogo ya nos dan la primera bofetada de realidad. Este juego no es un cuento, es un dramón como la copa de un pino. Se atreve a tratar temas como las crisis existenciales, el sentido de la vida, el perder tu visión de las cosas, de tus deberes, de lo que tienes que hacer realmente, de si has hecho lo correcto hasta ahora; incluso el tema de la muerte, tanto del miedo a ella como el perder a un ser querido. Todo este juego está constantemente tratando unos temas tan profundos que recomiendo a cualquiera que tenga ese tipo de inquietudes que lo juegue, puesto que conforme avanza el juego, os hará sentir mejor por empatizar con los personajes de una manera extremadamente profunda. Salvo un sólo personaje del grupo, que es el alivio cómico, el resto de personajes tienen un desarrollo y una atención al detalle, que ya le gustaría a muchos cineastas ser capaces de alcanzar. Yitán, Daga, Vivi, Freija, Steiner, Eiko, Amarant... Te encariñarás con todos y cada uno y sentirás sus problemas como los tuyos.
Todo en el juego rezuma cariño y pasión, la banda sonora de Nobuo Uematsu es posiblemente de los mejores trabajos que ha hecho en toda su carrera. Todas y cada una de las piezas de la OST son memorables y se te quedarán en la sesera para siempre. Además, el diseño de los escenarios es absolutamente precioso, no me quiero ni imaginar si la misma gente que hizo FFIX en el 2000 lo hiciese hoy día.
Por otro lado, el sistema de combate es el clásico con la barra de BTC (Batalla en Tiempo Continuo), pero algo más lento que el de otros juegos de la franquicia, sin embargo, en la versión de Steam hay un duplicador de velocidad, por lo que este problema queda zanjado al igual que en FFXII The Zodiac Age. Cada personaje tiene su rol asignado y no se pueden cambiar, cosa que veo bastante acertada, porque da mucha más personalidad al elenco de personajes. Las habilidades se aprenden al estilo Final Fantasy Tactics, al equiparte una pieza de equipamiento, ésta tendrá vinculadas varias habilidades o hechizos que podrás usar mientras la lleves equipada y si quieres aprenderlas para usarlas sin ese equipamiento, deberás luchar un número de veces específico con esa pieza. Es para mí el sistema de habilidades más divertido y el que más incita a conseguir todas las armas y equipamiento.
Por último, la cantidad de misiones secundarias y de contenido es abrumador, y debéis de llevar cuidado a la hora de ir avanzando en el juego, puesto que antes de que te des cuenta, habrás avanzado y te habrás dejado cosas por hacer. Os recomiendo que la primera vez, lo juguéis sin guía y a disfrutar del título, pero que cuando volváis a jugarlo (que sé que lo haréis), lo hagáis con una guía al lado o simplemente explorando todo y hablando con todos antes de seguir avanzando en la trama.
Y por cierto, hay un mod llamado "moguri mod" y otro llamado "alternate fantasy" que hacen que la experiencia sea muchísimo más satisfactoria, dado que mejoran el apartado visual y sonoro del juego, además de la jugabilidad y añaden un personaje reclutable.
Un 10/10.