Final Fantasy V era la espina clavada que año tras año me iba escociendo de la franquicia por ser el único que no había jugado nunca (a excepción de Final Fantasy XI, pero ni tenía internet, ni dinero para pagar una suscripción mensual); y siendo como soy de fan de los FF clásicos, no tenía ningún tipo de sentido que no le hubiese dado una oportunidad aún... Y cuanto me arrepiento de haber tardado tanto.

Siempre se le critica por ser un FF con una historia muy básica, que repite de nuevo los tropos que llevamos viendo constantemente en la saga, que el villano es malo porque es malo y quiere destruir el mundo... Y sí, es cierto que FFV usa los mismos clichés que la propia saga ha creado para sí misma, pero los ejecuta excelentemente bien y, como digo siempre, si un cliché está bien ejecutado, no importa que estén usando ese cliché. Además, tiene una serie de factores y de inclusiones en este título, que le hacen diferenciarse de los cuatro primeros por varias razones.

Para empezar, el tono. Final Fantasy V sabe que es otra aventura con los cristales, sabe que vamos a controlar a los héroes de la luz, sabe que el villano es malo maloso porque sí, y es por ello por lo que cambia la perspectiva y la usa a su favor. El juego, a pesar de ser muy turbio y visceral en algunos puntos, tiene un constante tono humorístico, casi paródico, es como si el propio juego estuviese parodiando la saga al mismo tiempo que se toma en serio. Esto es muy similar a lo que hace Disney en sus películas actuales, en las que se critica a sí mismo rompiendo los clichés que ellos mismos instauraron años atrás. Aquí no los llegan a romper, pero sí que los parodian, e incluso, gracias a darnos una trama tan previsible, nos consiguen colar un par de plot twists que no te los esperas.

Los personajes. A pesar de que algunos son más planos que una tabla de planchar, como es el caso de Bartz y Lenna, luego nos muestran a los maravillosos Galuf, Gilgamesh y, sobretodo, Faris. Y en ésta última es con la que reivindico lo anteriormente dicho de que un cliché bien ejecutado anula el hecho de que sea un cliché, dado que Faris no es más que otra princesa más que no se siente princesa y quiere dejar de serlo, pero en vez de hacerle disfrazarse de campesina o vivir como una viajera errante... Hacen que se convierta en una ♥♥♥♥♥♥ capitana pirata. Incluso también hacen que tenga que ocultar su verdadero sexo a su tripulación por el machisto implícito, pero ella se gana su título por puro derecho, un personaje maravilloso. Siempre suele haber alguien en cada juego de la franquicia que destaque y se convierta en mi favorito de ese título, en este ha sido Faris con mucha diferencia. Aunque no me gustaría dejar de lado al ya conocido por todos Gilgamesh. Este personaje es un emblema de la saga, aparece en prácticamente todos los Final Fantasy posteriores al V debido a su carisma, en lo que se basa su personaje y su maravillosa OST de combate. Ha sido un verdadero deleite disfrutar de su desarrollo como rival de Bartz y en Pixel Remaster han hecho que una ♥♥♥♥ obra maestra como es Battle On The Big Bridge, llegue a otro nivel. Que ese es otro punto a tener en cuenta...

La música. Si hay algo más que evidente por lo que jugar las versiones Pixel Remaster y no otras, es por el refinado apartado musical que han hecho. Han sabido reimaginar las maravillosas composiciones del gran Nobuo Uematsu y llevarlas a un nuevo nivel, implementando temas mucho más cañeros y que le sientan como anillo al dedo a estos rematers. Puesto que, a pesar de no haber jugado nunca FFV, su entera OST es lo único que conocía con profundidad.

El sistema de trabajos es algo bastante novedoso, porque aunque tuviésemos uno similar en el III, es en este donde se saca todo su esplendor y será el que futuros juegos de Square tendrán en referencia y llevarán incluso más lejos (las maravillosas franquicias de Bravely Default y Octopath Traveler). Además de ofrecer una gran libertad de plantear los combates como tú quieras e incluso a modo de coleccionismo, para poder tener todos los oficios completados y habilidades aprendidas, dando así más horas de juego a los que buscan completar todo al 100%

La dificultad. Este es, posiblemente, el Final Fantasy con mayor dificultad en su trama principal. Cada boss era un verdadero reto y nunca acababa los combates con los 4 personajes en pie. Si que es cierto, que si en la etapa final dominas ya el sistema de trabajos y habilidades, todo va a ser un paseo, PERO, no te descuides, que te pueden dar un susto hasta los monstruos salvajes. Y bueno, si tenemos en cuenta a Shin Ryu y Omega... Apaga y vámonos... Otro factor que debemos agradecerle a FFV, fue el que creo el concepto de "super bosses", ese tipo de jefes secundarios que están reservados a los jugadores que busquen más reto del que proporciona la aventura base.

En conclusión, es un Final Fantasy algo diferente, pero que mantiene la más pura esencia de la franquicia. Además, en esta versión dan una serie de facilidades (como podría ser el autoguardado entre salas) que hacen que la experiencia sea mucho más accesible y no tan injusta en algunos puntos. Recomendadísimo.

Reviewed on Nov 08, 2023


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