Es hasta ahora el mejor juego del Nintendo DS que he probado, tristemente para poder disfrutarlo es necesario tener la consola original por sus controles que se basan casi enteramente en la pantalla táctil.

La historia de este juego es muy buena con un muy bonito mensaje, el estilo de arte es de las cosas que mas define a este juego con ese contraste en el arte callejero y la música ayuda mucho en darle ese ambiente de los 2000s.

El gameplay es realmente divertido y su forma de usar las dos pantallas del Nintendo DS me pareció muy creativa teniendo que controlar a tu compañero y protagonista casi al mismo tiempo basándose en la sincronización.