No soy especialmente fan ni de los roguelikes ni de los juegos de deckbuilding y he ido a un solo escape room en vida. Este juego mezcla todo eso y me ha parecido brutal, así de bueno es.

Sin querer entrar en detalles (porque parte de la magia consiste en ese manido "lo mejor es entrar sin saber nada"), solo diré que sabe perfectamente cómo sorprender y llevarte por caminos inesperados mientras construye un diálogo entre jugador, juego y creador muy simbiótica.

El toque lúgubre, desconcertante y casi creepypastil ayuda muchísimo a esta forma de introducirte en el juego, en sus mecánicas y su evolución.

Es una rareza llena de secretos y cosas en las que no caigas, pero cuya propia existencia te dejan, subconscientemente, algo raro en el cuerpo. De esas experiencias que te hacen decir "vivan los videojocs, la leche".

Reviewed on Jan 27, 2024


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