Ser un samurái drogadicto es como intentar encontrar la calma en medio de espadas y alucinaciones, una experiencia tan surrealista como peligrosamente adictiva. Estuve a segundos de reventar el teclado a cabezazos (con la de abajo).
Lo recomiendo por la historia, la jugabilidad no es para mancardos como yo.
Lo recomiendo por la historia, la jugabilidad no es para mancardos como yo.