Hablamos de la mejor visual novel de Kinoko Nasu. Y no creáis que esa denominación le hace algún favor. El problema (al igual que con Fate y, especialmente, Tsukihime) es que el propio Nasu es un muy buen imaginador pero, a la vez, como escritor es tremendamente inconsistente e irregular y oscila de manera demasiado zigzagueante entre lo casi notable y lo directamente mediocre.
Más allá de un setting y un baúl conceptual excelente (no es sorpresa, esa virtud es marca de la casa en TypeMoon), cuando la obra consigue conectar con el lector, como en algunas escenas de acción y varios diálogos costumbristas brillantes, se queda con él sin apenas esfuerzo. Te atrapa y te transporta a su mundo. Pero luego vienen los evidentísimos problemas de ritmo, y ciertas caracterizaciones de personajes artificialmente engañosas, y esa manía tan desagradable de Nasu de tratar al lector como si tuviese 10 años con un aire de falsa complejidad sobreexplicada de forma redundante. Y, obviamente, ante el irrefrenable deseo de ver esta historia estructurada y redactada por un escritor más capaz, la sensación del conjunto termina por ser agridulce, aunque haya momentos ahí dentro que valen muchísimo la pena. Y porque Aoko, Soujyuro y Alice, cuando funcionan, funcionan de verdad.

Reviewed on Feb 22, 2023


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