Tenía mono de pokémon y a este no le había dado, además, quería completar la pokédex de mi partida del Luna y aproveché para conseguirme los que me faltaban en su contraparte.

En lo personal, la diferencia entre los Sol/Luna y sus versiones Ultra son mínimas, no merecería hacerte con las demás versiones si ya disfrutaste de Alola en primer lugar. Apenas una especie de DLC del Team Rocket, una pokédex más completa y una movida con los ultraentres (hay más) y los putos ultraumbrales, que menos mal que le cambié el control, porque vaya chusta.

Por otro lado, me gustaría reivindicar lo bueno que me parecen estas entregas. El viaje por el archipiélago que conforma la región de Alola me parece de lo más original de la saga, añadiendo un toque de frescor en algo tan encorsetado como es Pokémon.

Se eliminan los gimnasios y se pasan pruebas. Combates contra pokémon dominantes y los kahuna, que empiezan a tener un rol en la historia más importante, cosa que se desarrolla mejor en la entrega posterior (Escudo/Espada) y que ya vimos algo de ello en Blanco/Negro.

Las rutas son más pequeñas y lineales, con menos secretos y son muy parecidas entre sí. Muchas veces quieres ir a un sitio y no recuerdas en qué isla está por lo parecidas que son. Digamos que le falta una pizca de magia en este aspecto y la saga solía ofrecerlo, pero va decayendo. En especial el tema de los secretitos. Por suerte las monturas (todo un acierto para no ir con un pokémon en el equipo con las MO de turno para avanzar en zonas) da juego a volver a explorar las zonas con idea de encontrar las MT o algunos pokes más jodidos, como los Tapus o los UltraEntes.

En lo personal, esta pokédex es de mis favoritas. No añaden un gran número de nuevos pokémon, pero los que hay me molan bastante tanto en diseño como en jugabilidad, con ataques únicos, habilidades y estrategias para el competitivo interesantes. Además, son consecuentes con el lugar donde se hallan, siendo muy interesante el entender porqué este pokémon está aquí y qué relación tiene, por ejemplo, Corsola con Toxapex o Slowking con Oranguru. Mola que de verdad notes un mundo vivo con relaciones, pero esto se pisa un poco a sí mismo al no ver las interacciones de manera directa, ya que los pokémon aparecen de forma aleatoria como venía siendo natural en la saga.

Me ha resultado divertido y, si quieres tomártelo como un reto, puedes ponerte tus reglas para darle una miaja más de profundidad y así ver que realmente, algunos combates tienen una mente pensante detrás. Pero sí es cierto que, por contraparte, los npc típicos que te batallan son una decepción en muchísimos casos, con 1-2 pokes de un nivel alto pero aún en su primera o segunda línea evolutiva... Siendo un instakill por tu parte al empezar.

Me ha divertido bastante, ha sido un enganche desde que lo he cogido y eso que ya disfruté el Luna en su momento que es prácticamente el mismo juego. Ha servido para quitarme un poco el gusanillo de Pokémon que tenía y de paso, para completarme la pokédex, alternándolos y teniendo momentos de captura con momentos de historia.

Después del desastre que supuso para mi el X/Y, esto fue un paso adelante. Bien es cierto que es algo casual, pero creo que lo bueno de Pokémon es que tú mismo puedes ponerte los retos que consideres para subirle una miaja la dificultad y yo lo he gozado como un crío, dándole unas 38 horas muy difrutonas. Le metería un 8.8.

Reviewed on Nov 18, 2022


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