Muy reiterativo con respecto a su precuela, mantiene el carisma pero jugablemente resulta agotador debido a la forma tan desinspirada con la que intenta realizar aportes a la fórmula. Es un juego de transición entre Supraland y Six Inches Under, por lo que su dejadez resulta comprensible hasta cierto punto. Sin embargo, eso no resta peso al hecho de que sea una experiencia considerablemente inferior.

Reviewed on Mar 07, 2024


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