¿Agobiante, opresivo, estresante? No especialmente. Lo que es, es entretenido y divertido. Entretenido al nivel de un pasatiempos: te mantiene ocupado. Leer sus menús no difiere mucho a completar una sopa de letras. Extraes palabras sueltas e inconexas entre todo el ruido de fondo e intentas darles sentido en tu cabeza. Luego se tiran dados. Muchos dados. Aunque no te los muestren (ese es el otro DD). Aquí es donde entra la parte divertida. De este componente de azar nacen las situaciones inesperadas, los fallos, los críticos, las reacciones al superar el límite de estrés… En resumen: lo imprevisible. Es aquí también donde cada uno establecerá su límite con el juego. Toda la estrategia y planificación son formas de aproximarse a lo aleatorio de la mazmorra. La idea no es superar un nivel con habilidad sino intentar sobrellevar los efectos inesperados que el juego nos lanza mientras rascamos lo máximo por el camino. ¿Hasta dónde quiere uno llegar? ¿Exploras un poco más arriesgándote a perder algún aventurero o vuelves sin obtener las recompensas extra de la misión? Sabes que el resultado no depende de ti sino de las tiradas de dados. Darkest Dungeon es riesgo/recompensa de la misma forma que apostar a la ruleta es riesgo/recompensa. En el momento en que entiendes que estás ante un juego de azar con estrategia y no lo contrario queda enteramente a ti si te apetece seguir apostando. Al menos no te vas a arruinar.

Reviewed on Mar 10, 2021


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