Proto-Pathologic que nos mete en el papel de periodista, investigando el origen de una extraña epidemia que resulta en una invasión alienígena encubierta. Como escenario, toda una ciudad monocroma a explorar libremente, vista a través de las gafas de They Live, ausente de vida, como reflejo de cierta mirada cínica hacia una sociedad gris y monótona. O quizás no y es solo casualidad como tantas otras cosas del juego. Con una progresión de leer correos, investigar lugares y liarte a palos con mutantes alienígenas de apariencia humana. Con un singular sistema de muerte, orgánico dentro de su narrativa.

Sorprende su innovación como descuadran sus extrañas decisiones de diseño, difíciles de discernir si intencionadas o placeholders de algo a lo que no se le dio una segunda vuelta. La más extraña quizás la de matar gente como forma de conocer su trasfondo. Una acción violenta sin ninguna consecuencia real desde el momento en que salir y entrar de cualquier edificio resucita a todo el mundo. Cosas que llevan a pensar si realmente se daban cuenta de la implicación de ciertas acciones. Como darnos el papel de periodista para, al poco de comenzar, entregarnos una pistola y hacernos encarar un acto violento hacia trabajadores de una central eléctrica, sin motivación o justificación previa. En They Live al menos tenía un sentido de justicia liarse a tiros con los alienígenas enmascarados y la violencia no dejaba de ser el principal medio de comunicación del estadounidense honrado.

Germs comienza intrigante, el tono sobrio contrasta con la extravagancia alienígena y hasta la portada ayuda a darle ese aura de extrañeza que atrapa. Pero descarrila en cuanto toca avanzar por la siguiente mazmorra y matar al jefe de turno. Es un juego interesante, vanguardista y pionero en muchas cosas, lo que por supuesto no significa que le salga bien todo lo que se propone.

Reviewed on Oct 10, 2023


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