Funciona en un equilibrio entre dos mundos.
Un mundo frío y calculado, de gestionar el escaso espacio de la caja, de tomar decisiones constantes sujetas a la siguiente fruta aleatoria a añadir, de planificación y de adaptaciónn ante los imprevistos.
Y un mudo físico, vibrante, de jugueteo en el deslizamiento de las frutas, el roce y la presión entre si, las cerezas saliendo disparadas y el equilibrio inestable de los círculos apelotonados unos sobre otros.
Dos mundos opuestos y complementarios. Cabeza y corazón. Compactado en partidas de 10-20 minutos, siempre distintas, siempre divertidas, tanto para pasar el rato como para strimear delante de miles de personas. Que juegazo tío.

Reviewed on Nov 30, 2023


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