"Do what comes naturally"

Polybius empieza con esta frase que sintetiza el fondo de todos estos juegos que, a falta de una etiqueta mejor, voy a llamar techno-shooters. N2O, Torus Trooper, Rez, Space Giraffe o incluso Super Hexagon. Los mejores techno-shooters funcionan cuando te trasladan a un estado concentración total, ajeno al mundo exterior, donde actúas por reflejos, memoria muscular y pura intuición. Entras a su universo con reglas propias y te dejas llevar, como atravesar un agujero de gusano, como el final de 2001. Donde solo existen estímulos y reacciones. Dyad podría haber aspirado a entrar en el olimpo de estos techno-shooters si se plantease con continuidad y naturalidad. Pero, no se si por el contexto de 2012, no se si por presiones externas, terminó adoptando esta forma de juego de móvil para consola. Por qué esa interfaz, por qué la progresión de tutorial extendido, por qué presentar cada nueva gimmick con su tarea asociada, por qué los niveles tan acotados, por qué interrumpir cada segmento con una gráfica y por qué la puntuación final sobre tres estrellas. Nada tiene sentido con lo que el juego intenta transmitir y que, en escasos momentos, consigue. Su psicodélico final llega tarde, sin contexto y termina por desencantar. Uno de esos casos que queda en un "podría ser, pero no".

Reviewed on Mar 06, 2023


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