Una curiosa reformulación del contador de tiempo para mandar un mensaje sobre lo inevitable del tiempo.

Somos un astronauta que se estrella en un planeta desconocido en donde no hay oxigeno, no tenemos reservas ni lugar a donde ir, no hay enemigos, no hay recursos que podamos utilizar, no hay nada, estamos solos. Lo único que podemos hacer es avanzar hacia adelante con el contador de oxigeno pisándote los talones, pero da igual, no puedes escapar, da igual cuanto camines que el resultado siempre será el mismo.

Al principio traté de caminar lo más lejos que pudiera, no había captado muy bien el mensaje del juego, luego de eso le di otra oportunidad y esta vez me quede cerca de un árbol, me quede quieto y mi personaje se sentó en el suelo, estuve mirando un rato de los alrededores y escuchando la música, hasta que salió la opción de quitarme el casco, ya la había visto en mi primera partida pero no le di mucha importancia, viendo que iba a morir decidí quitarme el casco y de repente mi personaje se transforma en un parte de la fauna del planeta.

El final era inevitable, pero disfrute del recorrido .

Reviewed on Jul 04, 2022


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