Este juego me recuerda a una persona muy especial, a dos. Conocido por muchos como "el juego de los anuncios"; si han leído anteriores opiniones mías sobre videojuegos, sabrán que soy un poco exigente al momento de calificarlos, pocos videojuegos considero que merecen 5 estrellas tanto por el desarrollo de su historia, jugabilidad, relevancia, contenido, etc.
Cuando lo vi en anuncios de redes sociales, me pareció estúpido, bajar una torre para avanzar en infinitos niveles igual de estúpidos. No le daría ni oportunidad al igual que a la mayoría de juegos molestos de anuncios.
Un día en clase, vi a una amiga jugarlo, una amiga inteligente que apreciaba mucho; lo estaba jugando, mi primera reacción fue reírme de ella (incluso ella lo sabía), así que me contestó -sé lo que parece, pero te juro que está bueno- y a los pocos minutos otra amiga reaccionó igual.
En fin, decidí darle oportunidad, lo descargué y empecé a jugarlo, qué bien la pasábamos haciendo niveles en las clases aburridas (esas donde los temas son reiterativos, hay espacios libres o terminas rápido los deberes), era genial pasar el tiempo con ellos bajando niveles, intercambiando nuestros móviles para ayudarle al otro en algún nivel que no pasara a la primera, intentando batir el récord de puntos por grandes caídas; ¿uno de los juegos más monótonos, sencillos, simples, básicos? Sí. Pero qué bien la pasábamos, las personas adecuadas pueden convertir algo tan malo, en algo que a día de hoy, años después de haber borrado el juego, me trae una sonrisa.

Sé que esas dos personas nunca leerán esto, pero extraño mucho esas clases.