Este tipo de videojuegos, más allá de ser el típico videojuego donde esperas ser un protagonista que toma las mejores decisiones para triunfar, es un "libro" o al menos una experiencia basada en la lectura. Nos presenta un protagonista con una vida, la cual apenas puede llevar, a partir de aquí, podemos tomar dos caminos:

Uno con decisiones que, al tener depresión no importan realmente, se nos muestran alternativas que son literalmente imposibles de tomar y que representan perfectamente cómo las personas que sufren depresión, por muy lógica que parezca la alternativa, se vuelve difícil (imposible) de tomar, algo tan simple y doloroso como no poder hacer nada para mantener feliz a la persona que más ama (su pareja), lo cual lo lleva a terminar con ella aunque no lo quiera así; decisión tras otra, se siente como un agujero sin fin donde todo parece estar determinado bajo esa condición, un descenso a un abismo humano de tristeza sin fin, como nos remarca el final del juego. La experiencia triste del final, es decepcionante, trágica; pero no se compara con el infierno que debe vivir alguien como nuestro protagonista al sufrir cada día de estar vivo.

El segundo camino es más "optimista", nuestro protagonista actúa de forma menos "innatural" a lo que está acostumbrado, pero eso lo lleva a hablar con más personas y recibir terapia, la cual al aceptarla le abre las puertas a tener mejor control de su vida, una mejor relación con su novia y sus conocidos, y sumando la terapia a tomar medicamentos su vida parece ir mejor, a pesar de los días malos y con infortunios, siempre encuentra una esperanza y personas que, hablando con honestidad completa las cosas, están ahí para él.

El final en ambos casos es el mismo, una cena de navidad donde podemos ver la vida en retrospectiva. Una persona puede tener la fortuna o infortunio de vivir cualquiera de las dos experiencias y está bien, juegos así demuestran la importancia de la empatía de las personas, nos recalcan la importancia de la terapia y nos muestran que, los medicamentos pueden llegar a ser útiles. Complejo, triste y con destellos de esperanza a veces casi inaccesibles, este juego es una experiencia de la vida real retratada, no infalible, pero bien.