Si hay algo que los desarrolladores indie demostraron en los últimos años es que están dispuestos a probar ideas innovadoras y arriesgadas que los grandes estudios no parecen estar dispuestos a apoyar. Uno de estos juegos es Donut Country y como fue el último juego de la encuesta que puse hace unos meses en mi twitter, es hora de hablar de lo que nos espera del otro lado del agujero de la dona.

La idea de Donut Country surgió, al igual que en muchos otros juegos indie, en una game jam. Lo curioso de esta game jam es que buscaban hacer juegos inspirados en una parodia de Peter Molyneux (creador de la serie Fable y Black & White entre otros). Entre estas ideas había una que asemejaba al concepto de Katamari Damacy y con eso el desarrollador, Ben Esposito, se puso a trabajar.

A pesar de que Donut Country es un juego de puzzles con gran peso en sus mecánicas, el juego tiene una ridícula pero simpática historia. Aquí conocemos a BK, un mapache que pasa mucho tiempo en su tablet buscando juegos ridículos y apps en las que perder el tiempo. Un día descubre una misteriosa app donde podría enviarle «agujeros de donas» a sus amigos y vecinos y al hacerlo robarles la basura. Mientras más basura robe más puntos acumulará y podrá cambiarlos por premios de lo más extraños y ridículos.

Con esto BK empezará a tragarse las cosas de sus vecinos y a enviarlas a mil pies bajo tierra. Si bien al principio empieza con cosas simples y chicas, como las flores de un jardín. Mientras más cosas trague más grande se hará el agujero y terminará tragando a todo el pueblo. Lo divertido es que como jugadores sabemos esto desde el principio, porque la historia empieza con todos los vecinos enojados y cada nivel será la historia de cómo BK se tragó las pertenencias de un vecino particular.

Si bien la historia tiene un pequeño giro al final que decanta en algunos niveles interesantes (e incluso un boss final) no es más que una excusa para tener algo divertido que hacer entre niveles e intentar justificar la historia del juego. Donut Country no va a ser recordado por su historia, en cambio si son sus mecánicas las que hacen que sea un juego interesante y divertido.

En un principio las mecánicas de este juego son simples. Tenemos un agujero y nuestro objetivo es tragar objetos, mientras más objetos traguemos más grande será el agujero y podremos tragar cosas más grandes. Este concepto se lleva al extremo y al final de cada uno de los niveles terminaremos con un agujero enorme tragando autos, casas y edificios enteros.

Lo interesante de este sistema es que podremos mejorar el agujero y modificarlo para que haga otras cosas. Entre estas cosas tendremos la oportunidad de disparar objetos hacia arriba, prender un fuego en nuestro agujero (que desprende aire caliente) o en algunos momentos llenar el agujero de agua para mojar algunas otras partes del nivel. Es esta creatividad a la hora de diseñar los niveles y los objetos que tendremos que tragar los que hacen que Donut Contry sea un juego divertido. Lo que empieza como una idea ridícula de ir tragando objetos cada vez más grandes, se convierte en un juego de puzzles donde deberemos empezar a analizar un poco más en serio qué objetos comer primero y como utilizar nuestras habilidades.

Gráficamente este es un juego con un apartado artístico extremadamente simplificado y con personajes de lo más caricaturescos. Creo que este estilo es ideal para el tipo de juego que se propone y logra darle cierta personalidad a los diferentes personajes (en especial a los que se dan cuenta que hay un agujero tragándose sus cosas). Buena parte de la diversión es ver las reacciones de las víctimas de BK frente al misterioso agujero que apareció en su patio trasero y creo que muchas de las reacciones más divertidas no se hubieran conseguido con un apartado gráfico diferente y no tan colorido.

En cuanto a la banda sonora esta fue una colaboración entre el compositor Daniel Koestner y el mismo Ben Esposito. Todas y cada una de las piezas musicales de este juego ofrecen cierta parte de diversión ridícula, como si se hubiera sacado de una caricatura para niños. Pero también me generan relajación por lo que creo que este es un gran juego para quien quiera algo tranquilo y relajante.

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Reviewed on Aug 18, 2021


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