No es un mal juego. De verdad.

Todo apunta hacia una demografía infantil y, bajo ese prisma, es una buena forma de que un niño intente entrar en el mundo de las plataformas. El problema es que el argumento es un poco -demasiado- absurdo, quizás hasta para un niño, sin mencionar la cantidad de mecánicas que están ahí para lograr una especie de "efecto Sonic" (mucha velocidad en pantalla con pocos botones apretados) que hacen que todos los niveles se transformen en paseos por el campo y anulen (en muchas ocasiones) cualquier tipo de desafio. Sin mencionar que su estilo de arte quizás... pasó un poco de moda hace unos años.

Aun así, se nota el esfuerzo que hay detrás de todo esto. Los diálogos, las batallas contra jefes, algunos enemigos, las animaciones, etc, dan cuenta de un ingenio y dedicación por parte de los desarrolladores.

Lamentablemente, no te pierdes de nada si pasas esto por alto.