Cada vez que lo juego me doy cuenta porque es de mis juegos favoritos. El combate es ridículamente perfecto y divertidísimo. Es una mezcla entre el increíble frenetismo que consigue dándote muchísimas opciones de movimiento y a la vez sumamente estratégico, ya que cada enemigo es derrotable con diferentes armas y accesorios haciendo que tengas que estar pensando a toda velocidad cual es el mejor próximo movimiento. Ayuda mucho la variedad da armas y modos secundarios tanto la variedad de enemigos para que nunca canse

Todo en cada batalla se siente medido, desde los enemigos que aparecen, a como puedes utilizar el escenario. Es de los pocos juegos donde he querido perfeccionar el combate y he conseguido pasármelo en la dificultad máxima sin problemas. Además sabe muy bien llevar el ritmo alternando batallas intensas con plataformeo para no saturar al jugador.

Artísticamente sus escenarios y estilo de arte en general me parece un espectáculo y su banda sonora pega mucho con un metal agresivo que transmite lo mismo que el juego. Lo jugaré 40 veces y no me cansaré, es el juego más disfrutable a nivel jugable que ha pasado por mis manos.