Sable es un título interesante principalmente centrado en la exploración de su mundo. Su concepción está claramente inspirada por títulos como Outer Wilds, una referencia en lo que a exploración se refiere. Pese a su lento inicio, con un prólogo que funciona como tutorial algo lento y aburrido, consigue retomar el ritmo.
Principalmente, como ya he comentado, se centra en la exploración, que está bastante lograda sintiéndose natural y orgánica. Te mueves por su mundo y las localizaciones destacan bastante, incitando a explorarlas. Puedes ver a lo lejos una estructura gigante o una ciudad flotante, te llaman la atención y buscas la manera de acceder a los secretos que oculta, usando muy bien las mecánicas a tu disposición. A muchos títulos les cuesta comprender cómo hacer que se sienta la exploración así de orgánica, sin embargo, los desarrolladores de Sable lo han entendido a la perfección.
Sin embargo, pese a entender cómo hacer la exploración, no aprovecha bien su mundo abierto. La primera vez que navegas una zona es chula, pero a partir de ahí ya no hay nada más que hacer, y acabas recurriendo siempre al viaje rápido. Eso nunca es buena señal en un mundo abierto. Se acaba convirtiendo en un desierto de manera literal y figurada.
Las localizaciones de su mundo son interesantes de explorar en general, y eso es lo que te mueve hacia delante en esta obra. Aunque me gustan los temas que trata, girando alrededor del concepto de encontrar tu lugar en el mundo, la historia y personajes se me han hecho bastante olvidables y no han conseguido captar mi atención ni causar interés.
No suelo comentar el apartado técnico de un juego a no ser que sea un desastre, siendo el caso de este en cuanto a rendimiento y bugs. Es una lastima porque empaña un poco la experiencia general de este título.
Por último, me gusta bastante la estética. Su estilo similar al de un boceto, le da bastante personalidad, y junto a su banda sonora dan una buena ambientación al juego.
En definitiva, Sable es un título bastante chulo en cuanto a exploración, aunque el resto de sus apartados son un poco más olvidables. Pese a ello entrega una experiencia chula y relajante.
Principalmente, como ya he comentado, se centra en la exploración, que está bastante lograda sintiéndose natural y orgánica. Te mueves por su mundo y las localizaciones destacan bastante, incitando a explorarlas. Puedes ver a lo lejos una estructura gigante o una ciudad flotante, te llaman la atención y buscas la manera de acceder a los secretos que oculta, usando muy bien las mecánicas a tu disposición. A muchos títulos les cuesta comprender cómo hacer que se sienta la exploración así de orgánica, sin embargo, los desarrolladores de Sable lo han entendido a la perfección.
Sin embargo, pese a entender cómo hacer la exploración, no aprovecha bien su mundo abierto. La primera vez que navegas una zona es chula, pero a partir de ahí ya no hay nada más que hacer, y acabas recurriendo siempre al viaje rápido. Eso nunca es buena señal en un mundo abierto. Se acaba convirtiendo en un desierto de manera literal y figurada.
Las localizaciones de su mundo son interesantes de explorar en general, y eso es lo que te mueve hacia delante en esta obra. Aunque me gustan los temas que trata, girando alrededor del concepto de encontrar tu lugar en el mundo, la historia y personajes se me han hecho bastante olvidables y no han conseguido captar mi atención ni causar interés.
No suelo comentar el apartado técnico de un juego a no ser que sea un desastre, siendo el caso de este en cuanto a rendimiento y bugs. Es una lastima porque empaña un poco la experiencia general de este título.
Por último, me gusta bastante la estética. Su estilo similar al de un boceto, le da bastante personalidad, y junto a su banda sonora dan una buena ambientación al juego.
En definitiva, Sable es un título bastante chulo en cuanto a exploración, aunque el resto de sus apartados son un poco más olvidables. Pese a ello entrega una experiencia chula y relajante.