No hay nada que yo pueda decir aquí de Undertale que no se haya dicho ya. Esta obra ha dejado una huella imborrable en la cultura popular de internet, como en el mundo de los videojuegos independientes. Me fascina como un juego tan peculiar ha alcanzado el estatus de culto entre miles de jugadores, pero sin duda lo merece más que ninguno. Undertale es un título único, una obra maestra con un elenco de personajes inolvidables que se ríe de todas las convenciones tradicionales del JRPGs con su ridículo humor.

Son tantas cosas las que hacen a undertale una obra tan especial que se me hace difícil solo empezar por una. Pero una de las partes que hace que te enamores de Undertale son sin duda sus personajes. Un elenco brillantemente escrito, con muchísimo carisma, que en el proceso de ir conociéndolos y estableciendo tu amistad con ellos, les acabas cogiendo muchísimo cariño. Con su humor tontorrón y personalidades carismáticas se acaban ganando lentamente tu corazón, haciendo que la historia pueda culminar de una forma tan emocional y brillante. Ni siquiera me atrevo a hacer la ruta genocida porque no sería capaz de matar a Papyrus ni aunque mi vida dependiera de ello. Esos personajes geniales pueblan un mundo cautivador, que con un ritmo pausado va respondiendo todas las cuestiones que te planteas en un inicio. Aborda temas interesantes en el proceso de hacerlo, conceptos como el alma, la amistad, pero sobre todo, la determinación. Conceptos que en su mundo se exploran de una forma muy rica junto a diferentes cuestiones morales que te rodean a ti y a tus personajes. Es esa combinación de un mundo muy bien construido junto a unos personajes que te roban el alma, lo que hace la narrativa de Undertale sea perfecta.

Por otro lado, otro de los objetivos de esta obra es romper con conceptos muy arraigados en los JRPGs, que si te paras a pensarlos no tienen sentido. La muerte es un tema central en Undertale, como lo puede ser en otros títulos. Sin embargo, en la gran mayoría de obras del género, esta no tiene significado aparente. Los protagonistas masacran miles de enemigos genéricos, en un vórtice de violencia y sangre, sin que realmente tenga repercusión alguna. Undertale quiere romper con esto. Cada enemigo tiene personalidad, y un sentido para su existencia más que ser obstáculos en tu camino. En tu mano queda interpretar dicha personalidad, decidir si perdonarles y no derramar su sangre. Agradezco que Undertale haga que el proceso de hacer lo correcto sea incluso más rico y disfrutable que el de ser un tirano. Hay tantos otros juego que no comprenden este concepto, haciendo que sus partidas pacifistas sean ridículamente aburridas en comparación a hacer un gencidio total. Además, no solo se burla del JRPGs así, si no también lo hace con pequeños chistes y detalles que le dan mucha personalidad. Todos los tenderos se ríen de ti cuando le intentas vender algo.

Undertale se inspira profundamente de los bullet hell para dar vida a su sistema de combate. Simplifica y da su propio toque a un género algo más de nicho, disminuyendo la cantidad de proyectiles y tematizandolos acorde al enemigo. Me parece muy creativo en todos los aspectos, pero sobre todo en sus batallas contra jefes. Cada una de ellas consigue darle un enfoque totalmente diferente a las mecánicas ya presentadas, bebiendo de géneros radicalmente distintos. Crea una dinámica genial en esas peleas y nunca sabes qué esperar de la siguiente. Posiblemente Undertable cuente con algunos de los mejores bosses de la historia de los videojuegos. Consecuentemente, me gusta mucho como lleva el ritmo de esas batallas alternándose con la narración y puzzles bien creados. Aunque cierto es, que a la hora de rejugarlos para conseguir los diferentes finales, los puzzles se hacen un poco cuesta arriba al repetirlos. Es su propia naturaleza, claro. Sin embargo, Toby Fox era consciente de ello, y hasta personajes como Papyrus bromean con esto cuando reseteas la partida. Es un detalle que me flipa, Undertale no olvida. Tus acciones tienen repercusiones que el juego se va a encargar de recordarte constantemente, creando situaciones realmente duras para el jugador. Yo maté sin querer en mi primera partida a Toriel, y en la siguiente el juego me golpeaba recordándomelo de nuevo en su pelea.

No puedo obviar una de las cosas que le ha dado undertale el estatus que tiene a día de hoy, su banda sonora. Es perfectamente una de las mejores que he escuchado en este medio, y lleva en mi cabeza desde que terminó el juego. No solo es absolutamente genial de escuchar, sino que es capaz de encapsular y transmitir una sensación idéntica al instante que está ocurriendo en el juego en ese momento. Ese el objetivo final de toda banda sonora, potenciar los sentimientos que transmite el juego, y la de undertale lo hace a la perfección. Puedes ir canción por canción analizando esto. Spider dance realmente suena como una “araña”, bonetroulse encapsula la personalidad inocente y cómica de Papyrus y Death by glamour no solo es la mejor canción de la banda sonora, sino que transmite a la perfección la personalidad de Metatton. Es simplemente brillante. No me quiero olvidar tampoco de su apartado artístico, que es maravilloso. El pixel art y el uso del color es simplemente sensacional y se siente en sintonía con la vibra del juego.

En definitiva, creo que se nota que Undertale me ha encantado. Me parece curioso que este juego haya estado dos años cogiendo polvo en mi librería de Steam, pero me alegro de por fin haberle dado una oportunidad. Una obra maestra atemporal que será recordada entre los mejores juegos de la historia de los videojuegos.

Reviewed on Mar 17, 2024


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