Aún recuerdo cuando Horizon Zero Dawn salió al mercado allá por 2017: la nueva IP de Guerrilla Games irrumpió en PS4 con toda la fuerza posible. Era un paso de gigante tras la saga Killzone (saga que me encanta, pero nada comparable con Horizon). Un juego prácticamente perfecto que se habría hecho con el GOTY del año si no llega a ser por que coincidió en el tiempo con Breath of the Wild. Pero Aloy y sus aventuras siempre estarán en mi recuerdo y para mi si era el juego del año.

Cuando se anunció Forbidden West pensaba que sería exclusivo de nueva generación pero, al igual que con RE4 Remake me equivoqué, y aquí estamos.

Es seguramente el juego más potente de todo el catálogo que dispone PS4 (junto con RDR2 y, posiblemente God of War Ragnarok, pero este último no lo he jugado) en cuanto a gráficos se refiere. A nivel de jugabilidad es un escándalo como ya fuera Zero Dawn, fluido y un gusto para el jugador. Perfectamente optimizado y disfrutable en PS4 al margen de alguna caída de FPS puntual cuando hay mucho en pantalla, es una gozada absoluta que funciona como un reloj suizo.

La fórmula de Guerrilla para este título es la ya vista con otras segundas partes: coge todo lo bueno del primer título y hazlo más grande y mejor.
Dicho y hecho: mapa más grande, muchas más máquinas, posibilidades y enemigos, cuevas y coleccionables. Sería mucho mejor que su primera parte si no fuera por la novedad que supuso el primero... y por la historia.

Si algo valoro en un videojuego es esto, la historia, y es el único punto en el que Forbidden está por debajo de Zero Dawn, al menos para mí. De ahí que la puntuación elegida haya sido un poco por debajo del primero, que me cautivó de principio a fin y donde esta 2º parte flaquea un poco. Con esto no quiero decir que sea mala ni mucho menos, pero no llega al nivel narrativo del primer título.
Pero vamos, es un juego ABSOLUTAMENTE sobresaliente y un paso obligado para los fans de este gran hobby.

Reviewed on Mar 14, 2024


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