Qué decir de este juego, ha sido una experiencia increíble. Ya solo meterte el la piel de Senua y vivir su trastorno mental en su mundo es algo que merece la pena vivir. Las voces en la cabeza y las visiones, no sabes que es verdad y que no y eso hace que la atmósfera sea de opresión continua sin apenas un momento de relax puesto que ella no tiene tampoco descanso. La historia es trágica y bonita, Senua tiene que adentrarse en el Helheim en busca del alma de su amado Dillion y reclamarla de las garras de Hela. Su viaje la lleva a enfrentarse contra dioses y bestias de pesadilla por un mundo perfectamente retratado en su decadencia y ruina (por algo es el infierno). La jugabilidad está muy bien cuidada en cuanto te acostumbras a los combates y los tipos de enemigos, y en cuanto a los puzzles, sin tener una gran dificultad, le aportan variedad al gameplay y tiene momentos muy disfrutables. Sin duda es un juego único, ya que estaba atrapado en él a la vez que quería huir por el terror que sentía en ciertos segmentos (me va a costar olvidar a la bestia de la oscuridad), así que me alegro de haber vivido la maldición y el viaje de Senua.