E iniciamos formalmente el recorrido de The King of Fighters en su camino a las cuspides, junto a su lugar entre los más grandes del género Fighting y con el debut del mítico Kyo Kusanagi en este dream Match que juntaría varias franquicias de SNK con pintorescos newcomers en una entrega... Funcional, pero sobre todas las cosas, memorable.

Si llegó a existir un estigma en los noventa de que varias franquicias emergentes del género de peleas no eran otra cosa que una calca de Street Fighter es porque la segunda entrega de la serie de Capcom puso conceptos tan sólidos en la mesa que era imposible no usarlos como un papiro sobre el que trazar nuevas ideas, si o si notariamos los puntos de otro tejido que dan forma a esta nueva costura y aún así, Kof supo destacar positivamente.

Partiendo en que tal vez varios seguidores de la compañía se encontraban curiosos de ver tal junta de personajes de otros títulos, para el público más general Kof significaba una nueva máquina de peleas en la cual experimentar qué harían los inputs de los distintos personajes y lo que terminó de sellar el trato fue ese atractivo planteamiento de equipos de tres por ronda.

Si, podríamos decir que los luchadores callejeros de la competencia eran su base, pero SNK también tenía sus peleadores leyenda detrás y por tal motivo, además del formato de triadas también tenías varios conceptos únicos de los juegos protagonizados por el joven practicante del estilo Kyokugen y también del Lobo legendario de Southtown.

Pese a ser un juego de marcar tus distancias para poder sorprender a tu rival con proyectiles o cayendole de improviso con algún especial de contacto cercano, Kof te ofrecía el poder cargar a voluntad tu barra potenciadora (como en Art of Fighting) para desencadenar tu movimiento más devastador a la par de ofrecerte un esquivé infalible con dos botones que omitía el daño residual de cubrirse normalmente, este sistema tan propio, que a día de hoy conocemos como el estilo "EXTRA" fue, junto a su formato de batalla y el roster tan variado lo que hizo que la gente pusiera su mira en Kof, quisieras o no deberías amaestrar a más de un personaje para ser óptimo y eso, junto a un gran apartado de sonido y una composición llena de carisma hizo que cualquiera conociera a más de unos de los peleadores de la contienda por ser el rey.

Desde la energética Athena Asamiya hasta las épocas más shotokan de Kyo todo el roster desbordaba gran carisma y personalidad a través de sus movimientos especiales y maneras de atacar, podías usar a Ryo y Terry y ver cómo sus movimientos de toda la vida se adaptaban a este nuevo sistema o aventurarte con algún novato para descubrir sus movimientos y llegar con el ahora infame Rugal Bernstein, el bastardo por excelencia que pone a prueba todo lo aprendido para premiarte con tu victoria no solo con su patética autodestrucción por ser tan frívolo, si no con un ending por equipo con un gran trabajo visual que definitivamente te deja satisfecho, ya que dentro de todo y a diferencia de tipos cómo Mr Karate o M. Bison, Rugal es una cúspide y un reto temible, pero nada donde sientas que las propias reglas del juego estan siendo pisoteadas e incluso ganar depende de haber aprendido las fortalezas de tus personajes antes que trabar a tu oponente con algún truquillo sucio (que de poder si puedes, ¿Pero dónde está la satisfacción en ello?)

En un todo, The King of Fighters 94 fue un debut estrella para esta nueva IP, más si lo comparamos con lo tropezados que fueron los inicios de Fatal Fury y Art of Fighting.

Acá se nota que a SNK le tomo poco menos de 5 años mejorar su calidad general para que el primer trabajo, si bien diste mucho de ser perfecto, sea un juego sin muchos puntos negativos y divertido de jugar, así se sienta que les está costando horrores mantenerse ajenos a pedir conceptos de su competidor más fuerte del momento.

El recorrido de Kyo representando a Esaka recién comenzó y Rugal no puso realmente a prueba las llamas del chico, ¿Encontraría Kusanagi un rival a su altura? Solo el futuro sabe la respuesta...

Reviewed on Apr 19, 2023


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