Finalmente llegamos, el real punto de partida, el inicio del tramo a las mecánicas que nos harían decir, "Ah si, esto es Kof"

De entrada y por primera vez hablando del Gameplay al inicio de estas reviews, ahora sí SNK comenzó a darle rienda suelta a sus ideas más centradas respecto a mecánicas originales y el enfoque en conectar óptimamente tus combos, es por ello que, en lugar del pequeño salto delantero al presionar rápidamente la flecha direccional hacia adelante ahora todos los personajes iniciaban una carrera continua hasta su rival mientras que el backstep aún se mantenía por su buen funcionamiento.

Un cambio tan minúsculo sin duda distorsiona de sobremanera las estrategias y los convierte en un juego mucho más de ir a la ofensiva, el input de los movimientos baja su rigurosidad y precisión por primera vez y ahora, reemplazando el esquivé que con algunos personajes como Heidern te dejaba muy vendido, ahora se optó por un roll de suelo en ambas direcciones, de nuevo, siendo una mecánica más intuitiva y satisfactoria que en lugar de pausar el ritmo del combate para mejorar tus opciones evasivas representa apenas un mínimo freno momentáneo que incluso puede complementar tus ataques y demás.

La velocidad general del título subió igualmente lo que hace que ahora sientas que lograr esas tan ansiadas cadenas de ataque es más posible que nunca y si bien tu barra pierde cada vez más protagonismo, sigue siendo una herramienta viable y un elemento de tensión cuando se logra llenar por completo.

Es un sistema veloz y que por fin hace sentir una diferencia bien notoria del resto de Fightings contemporáneos, Kof finalmente adoptó una identidad jugable y el cimiento narrativo derivado del nombre de nuestro protagonista también floreció con todo en esta entrega, con el viento azotador siendo no solo uno de esos jefes infames de la saga, sino una puerta al epílogo de esta historia donde se nos ofrecen más matices al linaje Kusanagi, las ambiciones de un culto que desea traer de vuelta a un dios destructor y la deuda de sangre existente entre los clanes Yagami y Kusanagi.

Para esta ocasión desee enfocarme meramente en lo jugable, las concesiones visuales siguen siendo destacables al por mayor y si acaso destacaría la mala emulación de esta entrega en algunos sitios como la compilación Orochi Saga de PS2 pero para nada desmejora los apartados jugables.

Que Goenitz sea un jefe tan cabron se siente, en parte, mitigado por las nuevas herramientas y si bien para nada meteré las manos al fuego por la dificultad del sacerdote, si puedo decir que el sistema en ningún momento te hace sentir totalmente indefenso, esforzarse es la opción siempre con esta franquicia.

Todo se ha ido construyendo poco a poco, The King of Fighters cada vez más es un peso pesado con sus propias cartas en cuanto a lo mecánico, sus personajes como Kusanagi, Yagami y su versión de Athena Asamiya se vuelven fan favorites de una y entre todo, la saga de Orochi se prepará para su tramo final y solo cuelga una interrogante, ¿Cómo será el final de esta épica historia?

Reviewed on Apr 21, 2023


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