Scott Pilgrim vuelve luego de una desaparición de 10 años y muy a pesar de todo, aun sigue sintiéndose el cariño de todos por este ahora nostálgico (incluso se podría decir que clásico) Beat 'em Up dado por nada menos que Ubisoft.

El trabajo visual del titulo, como nuestra primera genuina impresión es un trabajo de calidad latente, habla mucho del pixel art utilizado el que aun después de tantas estéticas usando este icónico método y tantos años por detrás el atractivo visual aun conserve su encanto único de la mano de replicar el arte Bryan Lee O'Malley en un resultado final de animaciones y escenarios que jamás fallará ante ninguna prueba del tiempo.

En el núcleo de juego por otro lado, este Brawler nutre su jugabilidad fuertemente en River City Ransom dando, antes que movimientos con ciertas combinaciones de botones que consuman vida u alguna barra especial un sistema de progresión en base a experiencia conseguida al eliminar enemigos que le permite al titulo usar sistemas de items y potenciadores en las diversas tiendas que maneja, (algunas incluso ocultas) haciendo así que la progresión de su dificultad se de lujo de castigar a aquellos jugadores que ignoren sus recursos y les obligue a tener siempre presente el dinero o a comprar reservas de salud y potenciadores de Stats ya que, para los últimos niveles dicha dificultad brillá con luz propia. En resumen, no es un sistema particularmente innovador, hay habilidades que requieren cierta precisión en el control como un parry que recompensa con un potente contrataque y más dinero del usual, no obstante, Scott no ve más lejos, quedándose hasta cierto punto en una zona de confort.

Y en el apartado musical estamos por el mismo rumbo; Anamanaguchi imbuyo de un carisma tan natural un chipzel variado, que va desde las simples tonadas de rock hasta unos ritmos techno bien conseguidos que haga que incluso asociemos a Scott Pilgrim como franquicia en general a esta gran composición, variada y divertida a partes iguales.

Para concluir, es menester decir que tan peculiar Brawler más allá de ser querido únicamente por los amantes de la ip en que se basa o un segador sentimiento de nostalgia debe tomarse con esa cierta importancia histórica que tal vez inconscientemente carga consigo. No solo es uno de esos títulos de licencia que son buenos, sino que además llegó en una época donde el Beat 'em up más tradicional estaba de capa caída ante el público mayoritario. Si, antes de el estuvo Castle Crashers (2008) y no mucho después Double Dragon Neon (2012) hasta el gran resurgimiento en 2017, no obstante y antes de eso, allí estuvo el buen Pilgrim, no solo, pero si siendo uno de esos titulos modernos que permitió que más gente se adentrará al género, dotando así a un juego simplemente bueno con una importancia conjunta a otros de reavivar intereses por un olvidado estilo de juego arcade.

Reviewed on Feb 06, 2021


Comments