Pentiment consigue hacer maravillas con muchisimos elementos en su contra: una epoca complicada de hacer interesante, mas en un setting como el que plantea el juego, un ritmo lento y unas historias mundanas de gente en un pequeño pueblo rural.

Pero todos estos puntos que parecen ser negativos, Pentiment los explota al 100%, el protagonista llega siendo un pez fuera del agua y tiene que integrarse en la vida de un pueblo que puede parecer cerrado, pero al que coges cariño gracias a unos personajes tremendamente cuidados, consigue que te encariñes con los monjes y las monjas, que entiendas las motivaciones y ademas, cada vez que cambia de acto, da un salto que te descoloca por completo y te hace avanzar en el juego pese a que realmente nada cambie en su loop jugable (especialmente el ultimo acto que me parece magistral como consigue atraparte pese al cambio extremadamente brusco)

Mencion especial para el arte, la música y la ambientación, que en todo momento son de calidad excepcional y encajan perfectamente con el periodo y lo que te estan contando.