La primera vez que lo jugué fue una demo, solo se podía pelear contra el primer coloso, y yo era un niño chico que no sabía nada. Años después lo vi en una tienda y logré convencer a mi madre de que me lo comprara, me encantó, aún recuerdo un par de momentos que me perdía y no sabía hacía donde tirar, o el desierto que no se veía nada por la iluminación.

El mundo, aún estando vacío, se siente increíble de recorrer. Los personajes apenas sabes de ellos, pero gustan igualmente. Los colosos son increibles, tanto como criaturas que habitan estás tierras, como enemigos a derrotar.

La música no falla en ningún momento, acompaña, angustia, emociona. Sabe cuando dejar que disfrutes del silencio, y cuando darte más fuerzas en las batallas que tienes que librar.