No tuve la oportunidad a finales de los 2000s de pillarme una Xbox, por lo que jugar en pleno 2020 a la saga Halo por primera vez está siendo una experiencia interesante.

Mientras que Halo 1 y 2 no han llegado a convencerme del todo, y Reach me atrapó sobre todo en su segunda mitad, por fin puedo decir tras pasarme Halo 3 que estamos ante un auténtico juegazo.

La torpe narrativa de los primeros títulos aquí está mucho más depurada. Me interesa lo que hay en pantalla e incluso me crea hype de cara a un futuro Halo 4 que por desgracia parece que no estuvo a la altura tras el cambio de compañía. La jugabilidad en Halo 3 es perfecta y solventa los errores de sus predecesores.

Todo ello unido a un amplio arsenal, variedad de entornos, gran diseño de niveles y momentos epiquísimos (como la llegada de la nave gigante que te planta en tierra un tanque para que puedas avanzar).

La banda sonora es de otro planeta. Que lo juguéis vaya, solo por Halo 3 ya merece la pena probar esta saga.