Lanzado en 1987 para las arcade con placa SYSTEM 2 y poco después para la Sega Master System / Sega Mark III, es el segundo juego de la saga y secuela bastante directa del primero. Se supone que es el mismo protagonista, pero ya no es un niño y nos desvelan que solo los amigos le llaman Tom-Tom. En realidad, tiene un nombre algo más caballeresco (Bock Lee Temjin). En este juego un Meka Dragón ha atacado Wonderland y ha traído tantos esbirros que la ha convertido en Monsterland. Wonder Boy hace honor a su nombre otorgado por sus aventuras pasadas y se dirige a salvar su tierra.
Técnicamente el juego es un paso atrás en tamaño y detalle de sprites, pero a cambio vemos más pantalla. Ahora se parece más a un juego de consola de 8-bits de la época. Los gráficos sigues siendo coloridos y tiene sprites medianamente buenos. La música no es la leche, pero tiene un par de temas bastante buenos. Además como parte de esta colección, tenemos la opción de activar o desactivar el chip modulador FM de la Sega Mark III, con lo que podemos escuchar las dos versiones de la banda sonora. Las versiones de consola creo que son bastante fieles a la de las arcade, perdiendo tan solo espacio de pantalla dedicado al HUB.
Este juego mantiene la mecánica de perder vida con el tiempo, pero cambia prácticamente el resto de las cosas, ya que es un RPG de acción de estilo medieval. Este cambio en el gameplay es de lo más interesante y acertado en mi opinión. Ahora el juego no va de correr sin parar, si no que te invita a explorar un poco más (pero si pasarse por que cada vez que se vacíe el reloj de arena perderemos un corazón) y a enfrentarte a los enemigos que te encuentres. El juego incluso incluye mejora de objetos y una misión de intercambios encadenados. La aventura es totalmente lineal, pero visitas pueblos con tiendas con NPCs que llenan un poco la aventura. Además, para poder terminar cada nivel deberemos encontrar una llave que muchas veces estará custodiada por un jefe. Jefes que en esta ocasión sí que se diferencian claramente y tienen patrones de ataque medianamente interesantes. En realidad, recuerda mucho a Zelda II (es del mismo año), pero mejor hecho y mucho más lineal. Curiosamente, seguimos limitados por el tiempo, ya que cada vez que se vacíe el reloj de arena perderemos un corazón.
Personalmente, me ha gustado mucho más que el anterior y creo que aquí empezaron a dar en el clavo con la fórmula.

Reviewed on Sep 17, 2023


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