Viendo el buenísimo documental sobre The Last Jedi decía Rian Johnson que la película tenía un comienzo diferente y que personalmente le gustaba más, pero que lo acabó quitando porque le parecía "muy ingenioso". "Ingenioso" en el sentido de que parecía que era una excusa para su lucimiento como director más que realmente ser algo que encajase dentro de la película.

Con los juegos de Mullins me siento un poco igual. Me pasó también con Pony Island y me ha pasado con un par de juegos meta más. No sé decir realmente cuál ha sido mi disfrute con Inscryption porque la mayor parte de la experiencia ha sido estar llevado por la manita de cualquier parida que quisieran contarme en ese momento.
Parida suena despectivo, no es mi intención en realidad, hay momentos buenísimos aquí y efectivamente "ingeniosos", pero también hay momentos que me han hecho poner los ojos en blanco (como cierto truquito que repiten de Pony Island) y decir... we get it, estáis haciendo algo meta, pero dejad de marearme un rato por favor.

Porque Inscryption es y no es a la vez un juego de cartas "de verdad", la parte más disfrutona es romper el juego de maneras espectaculares. Igual que otros juegos de cartas single player, el no tener que ser competitivo te permite crear builds muy chulas y una vez te agarras a eso y a las mecánicas, lo demás entra mucho mejor.
Tampoco quiero sonar muy negativo con "lo demás". Hay sorpresas como cualquiera se puede esperar. Hay giros. Algunos grandes, otros pequeños. Me gustan ciertos recursos narrativos que usan. Se me gana mucho con el found footage por ejemplo. Pero quizás lo más interesante para mí es ver como a pesar de los quiebros, de lo meta y lo sorpresivo, el juego acaba encontrando un modo de referenciarse a sí mismo de un modo que mola.

Esa es para mí la mejor parte de Inscryption, volver al concepto de "juego" como conjunto de reglas pactadas con los desarrolladores, y un puñado de horas más tarde, por mucho mareo que me hayan metido en el cuerpo, seguir con mi juego de cartitas y que traigan de vuelta una legendaria que echabas de menos.
Eso es lo que Mulins y yo tenemos en común y lo que creo que cualquier persona que juegue a Inscryption debería tener en común, la fascinación por las cartitas, que es al final la base y el corazón de esta marcianada hasta su mismísimo final.

Reviewed on Dec 30, 2021


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